Asesora legislativa del PUSC Aida Faingenzicht renuncia luego de viaje a París

Admite que evaluaba jubilarse por el régimen de supremos poderes

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Luego de dos meses y 22 días de estar en la planilla legislativa, la asesora, exdiputada y exministra Aída Faingezicht anunció su salida del cuerpo de funcionarios de confianza de la Unidad Social Cristiana (PUSC).

La asesora, surgida del riñón del PUSC, ingresó a laborar al despacho del socialcristiano Johnny Leiva, el 3 de agosto, con el plan de dirigir su comunicación e imagen.

Los cuestionamientos sobre la exlegisladora 2002-2006 por el PUSC subieron de tono cuando este diario dio a conocer que Faingezicht se había ido 20 días a Europa con autorización de Leiva, pero sin el aval de la Dirección Ejecutiva del Congreso, a pesar de que así lo exige la normativa interna de la Asamblea.

Su gestión también estuvo salpicada de polémica, en vista del régimen especial de horario con el que contaba, ya que difícilmente se le veía en las oficinas legislativas.

“Compromisos”. La exministra de Cultura (1990-1994) conversó con La Nación y explicó su salida. Dijo que se siente “perseguida” por los cuestionamientos en torno a su labor con Leiva.

“Voy a salir de la planilla (de la Asamblea) por compromisos personales de los cuales había conversado con el diputado previo a mi contratación”, dijo.

Leiva, legislador por Guanacaste, justificaba el ausentismo de la exministra señalando que ella le reportaba el trabajo a él bajo el régimen de confianza.

Sin embargo, el Reglamento Interno de la Asamblea Legislativa y disposiciones del Departamento de Recursos Humanos señalan que el funcionario de confianza debe cumplir un horario al igual que los empleados administrativos del Congreso.

Esta situación propició críticas y publicaciones alrededor del trato preferencial hacia Faingezicht, quien afirmó ayer que pese a estar fuera de la planilla , seguirá apoyando al congresista en labores de comunicación.

Leiva, precisamente, fue empleado de la campaña presidencial del esposo de Faingezicht, Luis Fishman, cuando este se presentó como el candidato “menos malo” de la campaña presidencial del 2010.

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Jubilación en la mira. Una de las preguntas que planteó La Nación es si Faingezicht se incorporó al despacho de Leiva para cumplir con el requisito de tiempo para jubilarse por el régimen de pensiones de supremos poderes.

Dicho sistema ofrece mejores condiciones que el régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

Faingezicht tenía acceso a este régimen de supremos poderes en vista de que cotizó para esta plataforma en 1990, dos años antes de que fuera reformado el sistema de pensiones.

Pese a cuatro intentos por acceder a su jubilación (2004, 2011, 2013 y 2014), su pretensión fue rechazada por falta de requisitos, según señaló la Dirección Nacional de Pensiones, la cual opera con fondos que se cargan al Presupuesto Nacional.

Al respecto, Faingezicht aceptó que había tratado de acceder a su jubilación por este régimen, pero dijo que ahora esperará a febrero, para cumplir con la edad necesaria para pensionarse (59 años y 11 meses para mujeres) por el sistema de la CCSS.

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Campaña en medio. La situación de Faingezicht y Leiva empezó a tener repercusiones políticas, puesto que el diputado guanacasteco se perfila como eventual jefe de campaña del aspirante presidencial para las elecciones del 2018 por el PUSC, Rodolfo Piza.

Piza se desmarcó de lo que sucede en el despacho de Leiva y en respuesta a este diario, ni siquiera menciona su nombre.

“Doña Aída no es cercana a mí, no trabaja conmigo ni con el Partido. Trabaja con un diputado en particular y él es el único que puede explicar sus motivos. Cada diputado escoge al personal de confianza de su oficina. Creo que a todos los trabajadores deben aplicársele las mismas reglas”, aseveró el político.

“No avalo ningún abuso ni participo en decisiones laborales de los diputados”, recalcó Piza.

Por su parte, el presidente del PUSC, Pedro Muñoz, aseguró el martes que pediría cuentas a Leiva sobre las razones para sostener un régimen diferenciado a favor de Faingezicht.

Sin embargo, esto viene a menos ahora que Faingezicht ha dicho que seguirá apoyando a Leiva, sin ser parte de la planilla de la Asamblea Legislativa.