Las giras de los legisladores le salen el doble de caro al Congreso, porque cada uno recibe en dinero el equivalente a 500 litros de gasolina al mes y, por otro lado, la Administración paga el combustible de esos autos.
La Ley de Remuneración de los Diputados, la cual dicta las reglas del pago y giros a favor de los congresistas, establece en el artículo 5 el derecho a una “ayuda técnica” para cumplir con sus funciones. Parte de ese aporte es el dinero que se les deposita en una tarjeta de débito solo para combustible.
Pero la mayoría de diputados, de esta y de las anteriores administraciones, considera que esa plata es parte de su salario y, por eso, la usa para otros fines. Ante esta situación, el Congreso aprueba que los choferes dispongan de una tarjeta para pagar la gasolina de las giras.
Si se toma en cuenta que Recope tenía el litro de gasolina súper ayer a ¢635, cada diputado recibirá en promedio ¢317.500 a fin de mes. Partiendo de que hay 57 parlamentarios, el total para este mes, alcanza ¢18 millones.
Esa erogación hace que el Poder Legislativo, mediante el Presupuesto Nacional, aparte cada año una cifra millonaria para costear las giras.
Si se mira al año, el costo de las giras es alto, y pese a que los diputados exigen recortes al Presupuesto Nacional, el ahorro de lo previsto para combustibles en comparación con el año pasado es de solo ¢2 millones, pues en el 2014 la cifra apartada alcanzó los ¢302 millones.
Este 2015, la suma es de ¢357 millones.
El director de la Asamblea, Antonio Ayales, dijo que la posición de las autoridades ha sido reconocer ese rubro como parte del salario de los legisladores.
Esta situación fue denunciada por el congresista del Partido Acción Ciudadana (PAC), Ottón Solís, quien consultó a la Procuraduría General de la República si esa forma de manejar los recursos es la correcta.
Dos veces. El 23 de setiembre, la Procuraduría le contestó a Solís que lo correcto es que los diputados llenen el tanque de gasolina con el dinero que para este fin les otorga la ley.
El informe de la Procuraduría de la República apunta que el dinero que se les gira a los diputados mes a mes, como “ayuda técnica” para compra de combustible “debe ser destinado también para ser utilizado en las giras y desplazamientos que los señores diputados realicen utilizando los vehículos administrativos de la Asamblea Legislativa”.
Solís se mostró satisfecho con la respuesta, que ya es de conocimiento de los diputados. Sobre el uso del dinero, Johnny Leiva, del PUSC, quien es de Guanacaste, cree que debe darse una discusión, pues asegura que las condiciones no son las mismas para los parlamentarios provenientes de las zonas rurales.