El Directorio de la Asamblea Legislativa aprobó este martes una reforma reglamentaria para exigirles a los diputados y diputadas que, cuando tengan padecimientos de salud que los obliguen a ausentarse de sus labores, tengan que entregar una incapacidad de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Se trata de una modificación al Reglamento de ausencias de los diputados, vigente desde 1993, que permitía a los congresistas ausentarse y seguir cobrando su salario completo con solamente entregar una carta que alegue “ausente por motivos de salud”, sin presentar ningún comprobante médico.
El caso más reciente al respecto es el de la independiente Ivonne Acuña, que desde mayo del año pasado ha tomado permisos durante varios días sin entregar incapacidades. De hecho, salió del país desde 11 de diciembre y no ha regresado; aún así, ha cobrado en los últimos tres meses su salario casi completo.
Devengó ¢14,3 millones de la Asamblea Legislativa en un periodo de tres meses, de diciembre a febrero, aunque solo asistió dos días al Congreso.
La presidenta del Congreso, Silvia Hernández, explicó que, por tratarse de una reforma a un reglamento interno de la Asamblea Legislativa, la aprobación recaía en manos del Directorio y entrará a regir en dos días, una vez que se publique en el diario oficial, La Gaceta.
Adicionalmente, se reformó la normativa para no permitir que los congresistas se ausenten sin justificar la razón para no asistir a comisiones y plenario, en caso de que quieran cobrar la dieta.
Antes, bastaba con entregar una carta a la presidencia de la Asamblea o de las comisiones respectivas, diciendo que se ausentarían por “labores propias del cargo”, sin demostrar o probar que anduviesen en giras, reuniones o sesiones de trabajo que realmente tengan relación con su diputación.
Ese mecanismo le permitió al independiente fabricista Jonathan Prendas, por ejemplo, viajar a España, patrocinado por un empresario, y a la vez cobrar su salario sin presentarse al Congreso.