Al final, el calderonismo se sintió incluido

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Al cabo de un pulso entre las tendencias del PUSC, sobre quién sería el sucesor del candidato Rodolfo Hernández, el calderonismo se sintió incluido con la designación de Rodolfo Piza.

Prueba de ello es que Carlos Araya Guillén, vicepresidente de Convergencia Calderonista, fue designado el sábado como aspirante a la primera vicepresidencia en la papeleta de la Unidad Social Cristiana (PUSC).

Dos días antes de que eso sucediera, Araya afirmó que, tras la renuncia de Hernández, Renacer Socialcristiano escogería un candidato sin ninguna posibilidad de ganar las elecciones de febrero del 2014.

Renacer es la tendencia que impulsó la precandidatura de Piza en la convención de mayo, y tiene mayoría en la Asamblea Nacional del PUSC.

Araya afirmó ayer que, más que una negociación entre tendencias, su nombre surgió por la necesidad de unir al Partido.

Sobre lo que dijo el jueves, el político socialcristiano declaró: “La expresión mía fue que Renacer, si ponía un candidato sin el calderonismo, no tenía la fuerza. Tenía que entrar en diálogo con el sector calderonista”.

El viernes, dirigentes de ambos movimientos se reunieron en Goicoechea, en la víspera de la elección, para elegir al nuevo candidato presidencial. Ese mismo día, Piza aceptó la postulación.

Según dijo ayer Piza, él aceptó entrar a la campaña en el tanto ambas tendencias lo apoyaron: “Yo dije claramente que, si la Asamblea con amplia mayoría quería que yo ayudara, con todo gusto lo haría. Si no, no”.