La llegada tardía de dos de sus miembros, impidió, este domingo, que la Asamblea Nacional del Partido Acción Ciudadana (PAC) sesionara para discutir el futuro de los miembros de la Juventud Progresista, envueltos en una polémica con el Poder Ejecutivo.
A las 10 a. m., solo 39 de los 41 asambleístas necesarios estaban presentes, por lo que no se pudo realizar la cita, en la sede del PAC, en Montes de Oca.
La presidenta de la agrupación, Margarita Bolaños, propuso que se reprogramara el encuentro el 8 de agosto.
La agenda de la Asamblea no incluía el asunto de la Juventud Progresista; sin embargo, durante la semana este fue el punto que suscitó expectación entre los seguidores del PAC.
Lo anterior, luego de que el presidente de la República, Luis Guillermo Solís, ordenara el despido de seis integrantes de la Juventud Progresista, tras filtrarse a la prensa una minuta de la cita que este grupo sostuvo el pasado 20 de junio.
En esa reunión, los jóvenes dejaron plasmado, entre otros puntos, su interés de aprovechar los “recursos políticos” del Gobierno en beneficio de su movimiento político.
El 12 de julio, al ser enterado del documento, Solís ordenó el despido de Mariano Salas, jefe de despacho del ministro de la Presidencia, Sergio Alfaro; Cindy Taco, asesora de la viceministra Ana Gabriel Zúñiga; Randall Céspedes, de Atención Ciudadana; y Éder Artavia, de Servicios Generales.
Además se destituyó a Fabián Solano, asesor de la ministra de Planificación, Olga Marta Sánchez, y Marcela Ávila, asesora del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS).
Pero la polémica no terminó allí. Entre los firmantes de la minuta también se encontraban el actual secretario interino del Partido, Eduardo Solano y a Óscar Jiménez, quien es asambleísta de la agrupación.
Ambos son asesores legislativos y ellos mantuvieron su puesto, ya que los diputados no coincidieron con Solís.