Con ceniza sobre las cabezas de los fieles, este 22 de febrero empezó la Cuaresma

Esta fecha marca la fe católica como un camino de cerca de 40 días de oración, ayuno y caridad rumbo a celebrar la Pascua

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Las cruces en la frente no regresaron y por tercer año consecutivo la ceniza fue derramada en las cabezas de los fieles.

En 2021, primer año que el Miércoles de Ceniza se vivió de esta forma en los últimos años, coincidió con la pandemia de covid-19 y uno de sus momentos más altos, cuando eran todavía pocas las personas que tenían acceso a la vacuna.

Ahora, con una situación epidemiológica diferente, el rito se mantiene en la cabeza, por otros motivos litúrgicos estudiados por la Iglesia católica.

“El primero de esos gestos es la imposición de la ceniza, que el Misal Romano prevé sea colocada ‘sobre nuestra cabeza’, como lo dice la introducción y la segunda oración de bendición . De hecho, es claro que, una vez acabada la plegaria para bendecirla, el sacerdote simplemente […] ‘rocía la ceniza con agua bendita….’; es decir, no se trata de hacer una mezcla untuosa con la cual se realizaría después una unción sobre la frente”, cita una nota aclaratoria publicada este 20 de febrero por la Conferencia Episcopal.

Pero esto va más allá de ser una regla. El texto agrega que no se trata de una simple prescripción ritual, ya que el derramamiento de la ceniza sobre las cabezas de los fieles recoge toda la riqueza del simbolismo bíblico. “No solo para expresar el dolor y el arrepentimiento, sino también la actitud dispuesta y diligente de quien se ‘cubrió de ceniza’ mientras buscaba una solución para su angustia”.

“Además, el empleo de la ceniza sobre la cabeza y no en la frente esquiva un notable factor de distracción y responde con fuerza a la indicación dada por Jesús en el Evangelio que se proclama cada Miércoles de Ceniza (de modo que este gesto) queda en secreto, manifestando de esta manera, el deseo de acoger la invitación de Jesús a una sincera y verdadera conversión”, cita el documento.

Sin embargo, sí hay cambios a lo visto en los años más fuertes de la pandemia. En 2021 y 2022 el sacerdote decía una única vez, para toda la feligresía “Conviértete y cree en el Evangelio”, o “Recuerda que eres polvo y al polvo has de volver”. En este 2023 ya lo hace persona por persona, como antes de la covid.

Oración, ayuno y caridad

El Miércoles de Ceniza marca la entrada a la Cuaresma. Un periodo de cerca de 40 días en los que los católicos se preparan para la Pascua de la muerte y resurrección de Jesús.

Durante esta época se llama a los fieles a tres pilares: la oración, el ayuno y la caridad (o solidaridad).

Este 21 de febrero, los obispos costarricenses enviaron un mensaje a la feligresía con motivo del inicio de la Cuaresma. En él se destacaron frases del Catecismo de la Iglesia católica para destacar la importancia de la oración. “La oración de Jesús hace de la oración cristiana una petición eficaz. Él es su modelo. Él ora en nosotros y con nosotros”.

También se habló de la importancia del ayuno y la abstinencia, de cómo el ejemplo de Jesús también hablaba de nutrirnos con la Palabra de Dios. A los fieles católicos se les pide ayuno (una sola comida al día) el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo y abstinencia (de carnes y de los alimentos o actividades favoritas) los viernes de Cuaresma. El ayuno se solicita a partir de los 18 años y la abstinencia a partir de los 14.

Las embarazadas, mayores de 60 años y personas con enfermedades crónicas no están obligadas.

Finalmente, en la caridad se pide ser generosos, pero hacerlo en silencio.

“El camino cuaresmal propone un profundo encuentro con Dios y exige de nosotros una respuesta que se refleje en el servicio y cuidado al hermano, en la práctica de las obras de misericordia que nos conviertan a cada uno en otro Cristo”, indicó el mensaje.