Una casa en desorden que necesita más eficiencia y controles. Así es como describe el presidente ejecutivo del Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU), Álvaro González, a esta entidad.
Él asumió las riendas desde hace un año y cuatro meses para llevar a cabo una reestructuración que contempla fiscalizar mejor los proyectos de vivienda de bien social y eliminar 79 plazas, de las 250 que integran la institución.
Hace año y cuatro meses que llegó al INVU ¿Qué clase de institución se encontró y qué anomalías detectó en ese entonces?
La estructura del INVU no ha sido la mejor, tiene que ser más pequeña, pero más eficiente y con mejores controles. Es difícil puntualizar sobre alguna anomalía, pero habían informes que señalaban la necesidad de reestructurar la institución y de nivelar los ingresos y los gastos para que el INVU pudiera tener estabilidad y ser operativo.
¿Qué clase de desequilibrio financiero existe en la institución?
Hay un hueco financiero muy fuerte, de poco más de ¢1.000 millones, por eso la necesidad de disminuir la planilla. Hay que sanear las finanzas e iniciamos el año pasado con 19 funcionarios que se acogieron a la movilidad laboral.
¿Cuántas plazas se eliminarán con el proceso de cambio?
Significan alrededor de 79 plazas, y se eliminan plazas porque hay funcionarios que no cumplen los requisitos para sus puestos.
¿De cuánto sería el ahorro?
En la parte de INVU Central y Ahorro y Préstamos se estarían ahorrando ¢2.500 millones por año.
En los informes que leyó cuando llegó al INVU, ¿ya se hablaba de beneficio a familiares de jerarcas con casas de interés social?
No, cuando yo llegué la preocupación principal era mejorar los controles y la seguridad mediante sistemas informáticos. Únicamente se encontraba este caso que mencionó La Nación en estos días y que la Junta Directiva resolvió con el despido, sin responsabilidad patronal a los dos funcionarios, Amarylis Aguilar y Arturo Argüello.
¿Hacen falta más controles para cerrar portillos de este tipo?
Los controles nunca son suficientes, pese que hay leyes y reglamentos siempre es necesario analizar los departamentos para revisar si hay deficiencias de este tipo.
¿Hay algo en la reestructuración que evite este tipo de casos?
Sí, con la reestructuración vamos a tener departamentos más integrados. Todo estaba muy separado y eso ha generado una falta de exactitud de datos e información que es necesaria tener a mano.
”La reestructuración no solo busca bajar la planilla, para nivelar ingresos con gastos, sino también que los departamentos funcionen de manera más adecuada. Hay que reforzar la parte contable y de finanzas, hacer énfasis en la parte informática y unir las áreas de Vivienda y Urbanismo”.
¿Se encontró con un INVU desordenado?
Sí, podemos decir que no estaba bien ordenado y para poner orden en la casa, hay empezar por eliminar a 79 funcionarios del INVU y hacer todo un proceso para cambiar el rumbo de la institución.
¿Para cuándo tiene que estar lista la reestructuración?
Todo tiene que estar listo para abril de este año.
Usted dice que eliminarán plazas de funcionarios que incumplen requisitos del puesto. ¿Se contempla en esa lista a la gerente general María del Carmen Redondo, considerando que hay un informe de la Procuraduría que dice que ella incumple los requisitos de ley para ser gerente general del INVU?
La Procuraduría hizo un análisis y dijo que ningún funcionario de la institución puede optar a un cargo de gerente y es cierto, ella tiene otra plaza en la institución. Ante toda esa confusión, llegamos a determinar que todo el procedimiento sobre la nulidad del nombramiento lo tendrá que definir el Tribunal Contencioso. Ellos tendrán que manifestar si el nombramiento es o no correcto.
¿Cuándo llevaron el caso al Tribunal Contencioso?
Lo llevamos a mediados de diciembre del año pasado y aún estamos a la espera de esa respuesta.
Pero en la investigación interna que hizo el INVU sobre este tema, también se hizo referencia a la nulidad del cargo, porque Redondo tiene plaza como directora del Área Financiera Administrativa...
Sí, efectivamente esa es la plaza de ella y vamos a esperar a ver qué dice el Contencioso.
¿Qué ocurrirá con las familias pobres que quedaron excluidas del proyecto de vivienda de Radial II, en Guararí de Heredia?
Bueno, en todos los proyectos quedan excluidas familias, porque los terrenos son insuficientes. Es un hecho que no los vamos a dejar abandonados y que se le dará seguimiento a los casos.
Sin embargo, ellos quedaron fuera porque se benefició a familiares de la directora de Interés Social, Amarylis Aguilar, aun y cuando calificaban para la vivienda...
Sí y por eso hacemos el llamado de que siempre se debe dar prioridad a la gente del lugar y que cumpla con los requisitos. Para calificar tienen que ser pobres, que vivan en el lugar y que no hayan recibido bono previamente.
En los cambios que usted está ejecutando, ¿cómo mejorar los controles en las listas de selección de beneficiarios?
Todo eso es parte de la reestructuración y se logra también mediante mejores sistemas informáticas. Antes todo era muy manual.
”La decisión de la Junta Directiva de despedir a estos dos funcionarios lo que nos dice es que hay que tener muchísimo cuidado con la selección de beneficiarios y revisar muy bien que cumplan con los reglamentos. Para ello, necesitamos una política rigurosa, que vele por el cumplimiento estricto de los reglamentos de la institución.
¿Qué va a pasar con las dos plazas que quedaron vacantes en las áreas de Interés Social y de Ejecución de Proyectos?
Inmediatamente, estamos trabajando para colocar en los próximos días a los dos funcionarios que asumirán esos cargos. Se hará la revisión cuidadosa para que tengan toda la idoneidad.
¿Qué resultados espera del proceso de reestructuración?
Espero ver ese nuevo rumbo que tiene que tomar la institución. Hay que ser más eficiente y además buscar estrategias para ver cómo se mejora la atención a la clase de media del país. El INVU también tiene entre sus responsabilidades apuntar a la clase media, que ha quedado desatendida.
¿Se va a eliminar algún departamento del INVU?
No, hay fusiones para mejorar la eficiencia. La idea es que sea una institución más pequeña para asegurar eficiencia. Hay que tomar decisiones fuertes para garantizar el buen camino de la institución.