Obispos de Costa Rica resolverán nulidad del matrimonio

Trámite podría durar unos 45 días, en vez de seis años como ocurre hoy

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Los obispos serán los encargados de resolver los casos de nulidad matrimonial por causales graves, mediante un mecanismo más ágil, anunciado, este martes, por el papa Francisco.

Se trata de reformas al Código de Derecho Canónico que se aplicarían solo para casos excepcionales, como explicó Alejandro Jiménez, coordinador del Tribunal Eclesiástico de Costa Rica.

Este proceso de anulación breve tendría una duración de hasta 45 días, en vez de los seis u ocho años que tardan los casos comunes, resueltos por los tribunales eclesiásticos.

Precisamente, uno de los cambios más significativos es que la solicitud la dirige y la autoriza un obispo y no un tribunal eclesiástico, como ocurre hasta ahora.

No obstante, aclaró Jiménez, este nuevo proceso de anulación del matrimonio, dado a conocer por el Papa, solo se aplicará en casos muy calificados.

Señaló, por ejemplo, cuando uno de los cónyuges se entera de que el otro fue infiel durante el noviazgo, que ocultó la existencia de hijos o que padecía enfermedades contagiosas.

También se podría utilizar si una de las partes demuestra que sufrió violencia física o emocional para aceptar el matrimonio , o bien si se procura un aborto para “prohibir la procreación” y esconderlo a la pareja. Otro requisito fundamental es que ambas partes estén de acuerdo en solicitar la nulidad matrimonial.

En las peticiones en las que se aplique el proceso breve no habrá revisión del fallo por un tribunal de segunda instancia. Se dará una única resolución.

Bajo el esquema anterior, en cambio, todas las sentencias de anulación debían ser inspeccionadas por el tribunal de segunda instancia.

En Costa Rica, unas 100 parejas acuden en promedio a gestionar la nulidad cada año. El 90% de los interesados lo consiguen.

Sin embargo, en los primeros ocho meses del 2015, se dejaron sin efecto 50 uniones en segunda instancia y la misma cantidad en primera instancia.

“El proceso mantiene sus características básicas, es decir, la persona tiene que presentar la demanda para saber qué es lo que está pidiendo y saber si existen razones para iniciar el proceso.

”No puede simplemente llegar a la recepción del tribunal y decir: ‘Yo vengo para que me anulen el matrimonio’. Tiene que decir por qué”, añadió Jiménez.

El prelado enfatizó que en Costa Rica el proceso de nulidad siempre ha sido gratuito, pero se solicita una contribución voluntaria de ¢200.000.

La nulidad de este sacramento permite a los interesados casarse de nuevo por la Iglesia.

Según el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), en el 2014 se realizaron 6.333 matrimonios católicos y 13.557 civiles.