Un joven homosexual, vecino de Alajuela, quien pidió mantener en reserva su identidad, narró los insultos que recibe de un profesor y de sus compañeros.
Silbidos en los pasillos, zancadillas y chistes en su contra son parte de la pesadilla que representa para el muchacho, de 17 años, terminar su quinto año.
“Hay un profesor, que desde el primer día que me vio, empezó a hablar mal de los homosexuales. Yo me mantengo en el aula y escucho como si no fuera conmigo. Es terrible que cuando pasa eso, más bien los compañeros se me quedan viendo y otros más bien se burlan”, dijo el joven.
Convivencia. A partir del 2011, el Ministerio de Educación Pública (MEP) lanzó el programa “Convivir” con el propósito de estimular el respeto mutuo en las escuelas y colegios públicos del país.
“Pueden existir miles de herramientas, pero si hay un profesor que se empeña en que uno se sienta mal, hace el ambiente negativo. Yo no sé cómo describir el terror de ir a las clases. Hay compañeros que me remedan cuando hablo”, añadió el alumno de quinto año.
Según la encuesta del Centro de Investigación y Promoción para América Central de Derechos Humanos (Cipac), realizada en el 2008, solo 22% de los entrevistados da validez al derecho que tienen las personas a disfrutar de su sexualidad, sin importar su orientación sexual.
La muestra tomó en cuenta a 1.200 estudiantes de la Gran Área Metropolitana, con un margen de error del 5%.
“Brindamos orientación a padres para que entiendan qué significa ser gay o lesbiana. La gente todavía piensa que solo puede hacerse gay por abuso sexual o porque alguien lo indujo”, explicó Francisco Madrigal, del Cipac.
EL Cipac ofrece talleres para padres, docentes y estudiantes. El teléfono es 2280-7821.