Minae desea evitar propagación de animales exóticos como pasó con hipopótamos de Escobar en Colombia

Autoridades se declaran dispuestas a ayudar a empresarios a adecuarse a reglamento pero no a cambios sustanciales en normativa vigente

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En 1981, el narcotraficante Pablo Escobar importó cuatro hipopótamos (tres hembras y un macho) de un zoológico de Estados Unidos para su colección privada de animales exóticos. Ello derivó en un desastre natural que el Minae desea prevenir en Costa Rica, prohibiendo la reproducción en cautiverio de especies exóticas.

Los hipopótamos vivían en un estanque en su rancho Hacienda Nápoles en Colombia hasta que Escobar fue asesinado en 1993 y luego la mayoría de su colección de animales se distribuyó entre zoológicos colombianos.

La mayoría, porque los hipopótamos fueron olvidados ahí en el estanque.

Fue así como estos animales empezaron a habitar campos y estanques a orillas del río Magdalena donde luego se multiplicaron al punto que su población hoy ronda de 50 a 80 individuos. Para el año 2050, serían de 800 y 5.000 distribuidos en un sitio del planeta de donde no son nativos.

Así lo precisa la investigación Efectos ecológicos y socioeconómicos potenciales de una nueva introducción de megaherbívoros: el hipopótamo en Colombia divulgada por la Universidad de Cambridge.

Este es el tipo de escenario que el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) quiere evitar para la biodiversidad tica al prohibirse en Costa Rica la reproducción de animales exóticos en cautiverio como, por ejemplo, jirafas, cebras y antílopes que atraen visitantes al Parque de Aventuras Ponderosa en Liberia.

Según el dueño de ese negocio, David Patey, el parque importó sus primeros animales hace unos 20 años de Estados Unidos y Cuba. Hoy ya tiene al menos 300 divididos en 11 especies exóticas gracias a que estos se han reproducido.

“Entonces, si en los siguientes 20 años no hacemos un manejo parecido, estas especies no solo seguirán en peligro de extinción mundial sino en peligro de extinción en Costa Rica también”, dijo Patey, al adversar el Reglamento a la Ley de Conservación de la Vida Silvestre Ley No. 7317, decreto ejecutivo No. 40548-Minae, que prohibe reproducir esos animales.

Sin embargo, Andrea Meza, jerarca del Minae, recordó que hay una racionalidad en esa prohibición frente a una biodiversidad local “rica, compleja y aún en estudio, que tiene mucho que ofrecer, a la cual le sacamos mucho rédito en turismo y es fuente de medicinas, de información y muchas aplicaciones a futuro”.

Para Meza, esa biodiversidad es una joya por proteger y el caso de esos hipopótamos recuerda el “riesgo enorme”, según dijo, de hacer importaciones de especies exóticas y reproducirlas sin un control adecuado.

“En Colombia una persona, solo por puro capricho y mostrar su riqueza, se trajo esos hipopótamos y resulta que le heredó al país una especie ajena que se reproduce sin control y anda para arriba y para abajo por los ríos, alterando el ecosistema de especies que sí son de allí. En un país tan pequeño y diverso en vida silvestre como Costa Rica, es por eso que se prohíbe reproducir especies exóticas”, recalcó.

Franklin Paniagua Alfaro, viceministro de Recursos Naturales, recordó que el esfuerzo del país por su biodiversidad es de toda la comunidad de naciones con la cual hay compromisos y convenios firmados que están armonizados en la legislación tica y en el cuestionado reglamento.

“Y no es tanto que se reproduzcan, es el temor a las enfermedades que estas especies externas puedan transmitirle a nuestra vida silvestre”, advirtió Paniagua quien descartó por ilógico sacrificar animales hoy en cautiverio.

Meza recordó, por su parte, que Costa Rica ya sufre “bastantes de riesgos de extinción” con poblaciones de insectos y anfibios amenazadas por virus y otras enfermedades por zoononsis (transmisión de enfermedades entre especies, incluidos humanos) aparte de la creciente presión del cambio climático cuyas alteraciones apenas se empiezan a estudiar y comprender.

Ambos voceros argumentaron que, en el contexto de esta pandemia derivada de un nuevo coronavirus transmitido por una especie animal, tampoco debe permitirse a seres humanos que visiten el Parque Ponderosa y sitios similares a alimentar a los animales o acercarse demasiado a ellos para sacarse un selfie con el celular; ambas faltas que el Minae ya le reprocha al Patey,

Si individuos de una especie exótica se reproducen sin control y algunos luego terminan en campo abierto, advirtió Meza, eso sería un elemento externo adicional que pudo prevenirse y que alteraría toda la relación del sistema de vida para otras especies e incluso afectar actividades económicas.

En abril pasado, por ejemplo, a los encargados de Ponderosa se les escapó una cebra macho mientras era transportada a una finca en San Carlos, supuestamente con permiso de operación como santuario y como parte de una donación. Por suerte, el animal fue recapturado.

A junio de este año, Costa Rica registraba 264 sitios de manejo de fauna silvestre privados según el Programa de Vida Silvestre del Sistema Nacional de Áreas de Conservación. De ellos, 128 corresponden a fauna vertebrada exótica o nativa y otros 133 fauna invertebrada exótica o nativa.

Perezosos

“Imaginemos que a alguien se les escapa alguna especie exótica y su progenie empieza a enfermar a alguna de nuestras dos especies de perezosos que simbolizan la biodiversidad tica y son nuestra marca turística. ¿Ahí qué? ¿Qué diremos a las futuras generaciones porque hoy no quisimos aplicar reglas perfectamente racionales y justificadas?”, lanzó Meza.

Paniagua agregó que el Minae no pretende afectar atracciones como Ponderosa y similares pero sí imponer un manejo de riesgos adecuado.

“Lo que deben entender empresarios y opinión pública es que estos riesgos los manejamos juntos con normativa científica y técnicamente sólida porque si nos saltamos eso y se nos mueren los perezosos, por ejemplo, eso lo sufriremos toda la sociedad. Lo que no se vale es que alguien por puro negocio quiera obviar un daño potencial para todos pero prevenible”, agregó la Ministra.

Ambos funcionarios declararon que la normativa no se cambiará y menos en ese punto.

El viceministro sí dijo que las autoridades están abiertas a discutir cómo aplicarán el reglamento en centros bajo revisión y cuál será la pauta en procedimientos para que todos se pongan al día, incluido el Parque de Aventuras Ponderosa.

Desde hace seis meses, por Dirección Funcional de la Fiscalía General de la República, el Minae ha reforzado las acciones administrativas y operativas en sitios de manejo de fauna silvestre, sean estos zoológicos, zoocriaderos u otras categorías para ordenar su funcionamiento.

Paniagua señaló que el reglamento puede ser revisado pero si es necesario por incumplimientos reiterados, se debe cerrar y sacar los animales.

“Pero no podríamos hacerlo con 40 centros al mismo tiempo de ser necesario. El problema de la directriz que tenemos es que presiona la capacidad administrativa nuestra de aplicar. No vamos a cambiar nada y vamos a revisar plazos, requisitos y cómo presentarlos de forma más ágil y efectiva pero eso es todo”, agregó.