Esta vez el presidente Luis Guillermo Solís no habló de impuestos, ni de lo mucho que necesita el Gobierno dinero para enfrentar gastos y reducir el déficit. Esta vez habló de la campaña electoral que ya empieza a calentar ánimos en los partidos y que estará a todo vapor en los próximos meses.
Durante los actos oficiales de la conmemoración de la Batalla de Rivas, que se adelataron a este viernes, en Alajuela, Solís aseguró que el recambio de las autoridades nacionales se dará con el mismo ritual democrático de siempre, pero instó a los actores políticos a hacer una campaña constructiva, edificante.
"El ritual democrático se mantendrá incólume. Espero que, tras una campaña edificante y constructiva, donde prevalezcan ideas y no insultos, donde lo que haya sean propuestas y no vanas ilusiones, las y los costarricenses depositemos en un gobierno –que espero sea mucho mejor que el mío y con un presidente mucho mejor que yo– los designios de esta patria que se merece el mejor de sus hijos", dijo el mandatario, eufórico.
El llamado lo hizo en una semana de intensa actividad electoral, en la que Liberación Nacional (PLN) escogió a Antonio Álvarez como su candidato presidencial; los precandidatos del PAC, Carlos Alvarado y Welmer Ramos, se comprometieron a hacer una campaña "limpia"; y Rodolfo Piza del PUSC inauguró su sede de campaña en la contienda contra Rafael Ortiz.
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Los actos que presidieron Solís y Roberto Thompson, el alcalde de Alajuela, iniciaron a las 8:19 a. m., con un ambiente que fue de tibio a caliente, no solo por el sol, sino también por la cantidad de gente presente en el parque Juan Santamaría, en el cantón central alajuelense.
Algunas decenas de adultos y niños escolares, apenas en preparación para los desfiles posteriores, atestiguaron los discursos, primero del diputado Rolando González, oriundo de Alajuela, luego del de Thompson y finalmente el de Solís.
En su alocución de 12 minutos, el presidente mezcló la historia de la campaña de 1856 contra los filibusteros estadounidenses, que se rememoró en esta fecha, y también hizo referencia a las obras que en días recientes ha estado inaugurando en varios cantones alajuelenses.
Mencionó Solís una nueva delegación de la Fuerza Pública, en Alajuela, para 300 policías, las nuevas instalaciones del Colegio Técnico Profesional del Rosario, en Naranjo; un Ebáis y asociaciones de desarrollo en Cirrí, de Naranjo, así como la próxima apertura del puente Alfredo González Flores (conocido como la platina) y otras obras viales por empezar en este gobierno.
"Vamos a seguir haciendo, una y otra vez, más escuelas, más acueductos, pronto el puente González Flores, sobre el Virilla (ruta San José-Alajuela); iniciaremos Lindora-San José, iniciaremos el puente sobre el Saprissa. Costa Rica camina gracias al esfuerzo de todas estas personas", aseguró Solís Rivera, en referencia a la unidad que –insistió– debe reinar entre Poder Ejecutivo y Legislativo, gobiernos locales, organizaciones sociales y empresa privada, para impulsar el desarrollo en el país.
En referencia a esa unión de diferentes fuerzas, el mandatario habló de los esfuerzos que permitieron expulsar a los invasores de Centroamérica en 1856-1857, que permitió luego instaurar la educacion gratuita con la reforma educativa de Mauro Fernández, costeada por el Estado.
Más tarde hizo mención a las reformas sociales fraguadas entre socialcristianos, Iglesia Católica y el comunismo liderado por Manuel Mora Valverde, así como a las decisiones de José Figueres para desterrar el ejército de la vida institucional costarricense y mantener las garantías sociales.
Por otra parte, el liberacionista y exprecandidato Rolando González hizo referencia también a esas posibilidades de trabajo conjunto entre diputados como Franklin Corella, del Partido Acción Ciudadana (PAC), y José Alberto Alfaro, del Movimiento Libertario, ahí presentes.
Aunque el acto oficial continuó con el discurso de dos estudiantes del Liceo Otilio Ulate Blanco, el mandatario se retiró antes para seguir con su agenda ordinaria del día. Solís anunció que volverá el próximo martes, 11 de abril, para una celebración más pequeña por la Batalla de Rivas, con el dictado de una clase de Historia en el Museo Histórico Juan Santamaría.