Los atrasos en la construcción de la vía a desnivel en Paso Ancho, por la lentitud en los procesos de expropiación y reubicación de servicios públicos, le costarán al país ¢324 millones.
El proyecto, de $10 millones (¢5.460 millones), se inició en setiembre de 2014 y debió estar terminado en octubre del 2015, pero será entregado hasta en julio.
Kenneth Solano, gerente de la Unidad Ejecutora del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), confirmó a La Nación que la entidad aceptó pagar ese monto a MECO, empresa a cargo de la obra, por los gastos adicionales provocados por las demoras.
Con respecto a la reubicación de servicios públicos, los contratiempos se generaron por imprecisiones en la ubicación de tuberías o cableado.
La compañía constructora reclamó ese dinero desde setiembre del año anterior. Sin embargo, el Consejo analizaba si procedía la cancelación o no.
Solano señaló que solo hace falta la formalización del pago.
El funcionario agregó que MECO podría hacer otro reclamo por costos indirectos, pues la construcción aún no se ha concluido.
El paso a desnivel, de 410 metros de longitud, tendrá seis carriles (tres en cada sentido). La infraestructura es financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La semana anterior, este diario dio a conocer que el Conavi le ordenó a la constructora sustituir los aisladores sísmicos de la estructura por agrietamientos.
Los aisladores son piezas de neopreno (caucho sintético) que se instalan entre los bastiones y las vigas de la obra para amortiguar sismos y el paso de vehículos pesados.
El costo del reemplazo deberá correr por cuenta de MECO, según detalló la administración.
El Consejo retuvo un pago de ¢77 millones a MECO por las fallas detectadas en los aisladores.
La compañía aseguró que la sustitución de estos elementos no generará más atrasos al proyecto y tomará apenas dos días.