Solo 10 de 1.927 puentes de rutas nacionales están en ‘condición satisfactoria’

De acuerdo con estudio de Lanamme, 51 estructuras se clasifican con ‘falla inminente’; 462 en categoría ‘alarmante’ y 828 como ‘deficientes’. Gobierno apuesta por préstamo de BCIE, pero solo podría atender 88 pasos

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De los 1.927 puentes existentes en rutas nacionales, solo 10 (051,%) están en “condición satisfactoria”, revela un análisis a setiembre de los ingenieros del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme), de la Universidad de Costa Rica.

De todos los puentes, 828 (43%) califican como “deficientes”; otros 462 (24%) en estado “alarmante”; 280 (14,5%) en situación “regular”; 258 (13%) “desconocida”; 51 (2,5%) en “falla inminente” y 38 (2%) en condición “aceptable”.

El documento recopila los datos del Sistema de Administración de Estructuras de Puentes del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), que posee un inventario de 1.693 puentes, así como de informes del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) y otros del mismo ministerio. Toda la información permitió detallar y ampliar la cantidad de puentes calificados a 1.927 estructuras.

En el estudio, los ingenieros del Lanamme precisan el nivel de riesgo y los daños que presentan cada una de las estructuras inspeccionadas. Además, incluyen las propuestas de intervención para cada caso, que de acuerdo con la condición, va desde el mantenimiento cíclico hasta la sustitución completa.

El ingeniero Julián Trejos Villalobos, coordinador de la Unidad de Puentes del Lanamme, explicó que otra de las particularidades del estudio es que por primera vez se contempla la situación de los llamados puentes bailey, que pese a ser estructuras temporales, en muchas zonas permanecen por años.

Los 10 puentes en condición satisfactoria están fuera del Valle Central y en gran medida en rutas nacionales secundaria. Estos son:

  • Quebrada sin nombre, ruta 4 (sale de la ruta 32 y va hasta La Cruz de Guanacaste, pasando por muelle de San Carlos)
  • Quebrada Grande, ruta 4
  • Paso superior sobre ruta 250, ruta 4
  • Río Grande de Tárcoles, ruta 137 (atraviesa Puriscal, Turrubares y Orotina)
  • Quebrada Huevo, ruta 250 (atraviesa el cantón de San Carlos)
  • Río Bijagual, ruta 245 (pasa por Osa, Golfito y Puerto Jiménez)
  • Río Camañín, ruta 245
  • Río Piro, ruta 245
  • Río Sombrero, ruta 245
  • Río Carbonera, ruta 245

Estos últimos cinco son pasos modulares instalados en el 2021.

62 puentes requieren sustitución

Al detallar las intervenciones planteadas, el análisis indica que en 62 de las estructuras es necesaria una sustitución total del puente; otras 477 urgen obras de rehabilitación y en al menos 1.097 se requiere mantenimiento basado en la condición. Para la mayoría de estructuras con situación aceptable o satisfactoria, se sugiere la conservación periódica.

De acuerdo con Trejos, este análisis se considera el punto cero para iniciar una evaluación periódica de la situación de los puentes en el tiempo. Además, afirmó que el mecanismo utilizado permitirá a la Administración mejorar la gestión de puentes, pues la calificación otorgada a cada estructura determina en qué programa de atención se debe incluir cada paso.

Según el estudio, en el caso de los puentes que fueron enlistados como en riesgo de falla inminente presentan inestabilidad estructural, ya sea en el propio puente o sus componentes y se indica que estas estructuras presentan “riesgo alto de colapso” debido a “deficiencias severas” en uno o varios elementos estructurales.

El ingeniero del Lanamme advirtió de que los puentes dentro de esa categoría deben ser atendidos de alguna manera, incluso, si no es posible la sustitución, en esos casos se deben valorar alternativas como reparar el elemento que lo llevó a la condición de falla inminente, reducir la carga que pasa por ahí o realizar un cierre parcial.

La etiqueta de alarmante se otorga a los puentes cuya estabilidad podría estar comprometida en el corto plazo, debido a deficiencias significativas en uno o varios elementos primarios o a deficiencias severas en uno o varios elementos secundarios.

En condición deficiente se incluyen todos aquellos que presentan deficiencias serias, sin llegar a comprometer la estabilidad del puente. Los regulares poseen deficiencias importantes, pero los componentes del puente aún funcionan de forma adecuada

Las estructuras aceptables corresponden a aquellas que tienen elementos con deterioros ligeros o deficiencias leves en elementos funcionales o estructurales, mientras que en condición satisfactoria se sitúan puentes que tienen elementos sin deficiencias o con deficiencias leves que afectan únicamente la durabilidad del elemento.

Trejos aclaró que si bien el informe califica las estructuras de los más graves a los menos deteriorados, ese listado no debe ser el único determinante para definir la priorización a la hora de atender la estructuras, sino que es necesario considerar otros parámetros.

“En la priorización lo que se busca es que el dinero sea invertido de la forma más eficiente y esa eficiencia no necesariamente tiene que ser atender puentes en mal estado, porque perfectamente podrían ser clausurados o limitarse su capacidad de carga, por eso también tiene que considerarse qué ruta atienden, cuántas personas al día pasan por él, o si hay ruta alterna”, explicó.

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Apuesta del Gobierno

La apuesta del Gobierno para atender estos pasos que presentan mayores daños está en un crédito del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el cual contempla recursos para intervenir puentes, carreteras, escuelas y otra infraestructura afectada por el impacto del huracán Julia, el año pasado. Ese financiamiento aún debe ser aprobado por los diputados.

Sin embargo, en el caso específico de los 88 puentes que el Conavi pretende intervenir con los fondos de ese crédito, el Lanamme advirtió desde junio que en ese listado hay pasos que ya fueron intervenidos, que ya cuentan con diseños o que estaban incluidos en proyectos de ampliación próximos a ejecutarse.

Entre esas estructuras que ya fueron reconstruidas se encuentran el puente sobre el río Salitral y el puente sobre el río Javillo, ambos en la carretera Interamericana Norte, los cuales se ejecutaron como parte del proyecto Limonal-Cañas. También está el puente sobre el río Torres, en la ruta de Circunvalación, que se atendió como parte de las obras para construir el viaducto de La Bandera.

En riesgo inminente

En agosto, el viceministro de Infraestructura, Efraím Zeledón, detalló ante la comisión legislativa que conoce de este tema, que la atención de los 88 puentes incluidos dentro del proyecto de préstamo implicaría una inversión de $215 millones de los $700 millones aprobados por el BCIE.

Zeledón explicó que las estructuras a atender se escogieron mediante criterios de priorización, tales como su estado deficiente, su ubicación en rutas primarias, los daños sufridos por eventos climatológicos, órdenes provenientes de la Sala Constitucional, o aquellos con estudios concluidos que no requieran expropiación.

Entre los casos críticos mencionó los puentes Rafael Iglesias y el ubicado sobre el río Barranca, ambas en la ruta nacional 1; los pasos sobre los ríos Sarapiquí y Chirripó en la ruta 4; y las estructuras sobre los ríos Ciruelas y Salitral, en la ruta 27.

Asimismo, explicó que la atención estaría centrada principalmente en puentes en “riesgo inminente”, aunque también el Conavi incluyó estructuras a las que se considera necesario atender por motivos particulares o debido a recursos de amparo.

En esa misma intervención, la directora de Vías y Puentes del Conavi, Adriana Monge, añadió que para intervenir las 489 estructuras en estado deficiente, también clasificadas como en “condición roja”, requerirían de la totalidad del préstamo de $700 millones que se gestiona para diferentes sectores.

El 6 de octubre, durante la presentación del plan de gestión de activos viales, el ministro de Obras Públicas, Luis Amador, detalló que de acuerdo con ese análisis, harían falta 12 años, siguiendo un plan de inversión de ¢45.000 millones anuales, para lograr la recuperación de las estructuras en mal estado.