Limón Miembros del Sindicato de Trabajadores de Japdeva (Sintrajap) interrumpieron ayer a gritos una reunión entre ejecutivos de la empresa holandesa APM Terminals y la Asociación de Desarrollo del barrio Los Cocos.
Esa compañía será la encargada de construir la nueva Terminal de Contenedores en Moín, un megaproyecto de $1.000 millones.
Los sindicalistas, quienes arribaron al lugar de la reunión en una microbús, exigieron que se les permitiera ingresar.
Al ver los portones cerrados, lanzaron improperios contra Rogelio Douglas, gerente de proyecto de APM Terminals.
Los ánimos se caldearon al punto de que varios manifestantes empezaron a golpear los portones y a lanzar tierra por las ventanas del inmueble comunal.
Las cosas empeoraron cuando una persona abrió los portones para que ingresara una funcionaria de la Dirección Nacional del Desarrollo de la Comunidad (Dinadeco). En ese momento, varios miembros del sindicato entraron e increparon a Douglas a empujones.
El ejecutivo abandonó el lugar en un taxi para evitar que el asunto se agravara. Minutos después, llegó la Fuerza Pública.
“El tema de APM Terminals no puede ser un tema privado porque a todos nos afecta.
”Yo vivo en el barrio de Los Cocos y quiero escuchar qué va a decir APM Terminals aquí, pero ante la prohibición de entrada, las cosas se salen de control”, manifestó el líder sindical Liroy Pérez.
El sindicalista reconoció que este tipo de manifestaciones afectan la imagen de Sintrajap.
Sin embargo, reiteró que ese gremio tiene la obligación de defender el patrimonio de Japdeva.
Más seguridad. La firma holandesa aseguró que a partir de este incidente, valora la contratación de más seguridad para su personal.
“Estamos pensando en aumentar las personas que tenemos para la seguridad y replantear la forma en la que usamos ese personal”, señaló Douglas.
Además, lamentó que estos sucesos los obliguen a recortar la presencia de la compañía en reuniones comunales o con diferentes sectores sociales.
“Sabemos que eso es lo que andan buscando los sindicalistas en el fondo”, añadió el gerente.
Douglas denunció que el pasado miércoles se presentó una situación similar en la escuela de Moín. Ese día, según el gerente, varios sindicalistas ingresaron al aula donde tenía lugar una reunión e interrumpieron la actividad .