La Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) rematará 2.000 toneladas de chatarra, incluidas partes de la vieja refinería de Moín (Limón), por la cual prevé ingresos de al menos ¢260 millones.
El anuncio de la subasta fue publicado por la empresa el 16 de enero en su cuenta de Facebook, cuando afirmó que subastaría 2.000 kilos de material (dos toneladas). Sin embargo, se trata de 2.000 toneladas, como se detalla en el procedimiento 2023RE-000001-0016700105 publicado el 15 de diciembre anterior en el Sistema Integrado de Compras Públicas (Sicop).
El remate se realizará desde esa plataforma entre el 24 y 26 de enero próximos.
Dentro de los documentos incluidos en el expediente está un avalúo, según el cual, el material a rematar se compone de chatarra de todo tipo sin ningún tipo de clasificación. De acuerdo con el criterio de Recope, en su gran mayoría son tuberías del oleoducto desechadas y tanques sin opción de uso.
Recope aseguró en diciembre de 2022 que había desmantelado la vieja refinería, aunque todavía el 6 de octubre de 2023, había armadas y en pie estructuras de la antigua planta, como lo comprobó personal de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) durante una gira por el plantel de Recope en Moín.
Asimismo había adelantado que los dineros obtenidos en el remate de chatarra de la refinería “serían devueltos a los costarricenses, mediante una compensación (rebaja) en las tarifas de los combustibles”, según consignó en su blog de noticias.No obstante, no está claro cómo se daría ese proceso.
La Nación consultó a Recope cómo se registrará el dinero de la venta y cómo se devolvería a los usuarios, si se toma en cuenta que desde 2011, cuando salió de operación, los activos de la vieja refinería de Moín quedaron excluidos de la base de cálculo tarifario.
“Cualquier ingreso derivado del remate de la chatarra se registrará transparentemente en nuestros estados financieros, con base en las normas internacionales de contabilidad y se dispondrá de ellos únicamente conforme la ley lo permite”, fue la respuesta de Recope, sin detallar cómo se reflejaría en las tarifas.