Son pocos los postes abatibles que aún resisten en pie en la ruta 32 (San José-Limón).
En junio de 2015, las autoridades de transporte mandaron a colocar, en 37 kilómetros la carretera, 2.000 dispositivos plásticos para disminuir el riesgo de choques frontales y crear carriles adicionales de descenso o ascenso en algunos tramos de la vía.
No obstante, a pocos meses de instalados, los aparatos empezaron a ceder por los golpes de los vehículos.
En la actualidad solo queda el recuerdo de una idea que pretendía mejorar la seguridad vial en una ruta famosa por los accidentes.
¿Qué impide reemplazar los postes dañados o reponer los que se perdieron? El Consejo de Seguridad Vial (Cosevi) mantiene una pugna legal con JL Señalizaciones y Arquitectura, firma contratada por ¢230 millones para poner las señales y demarcar la carretera con el nuevo sistema de carriles.
El Cosevi sostiene que los postes y la pintura del camino no cumplieron con los estándares de calidad exigidos.
Carlos Rivas, director jurídico del Consejo, manifestó que los palos debían soportar, al menos, 200 impactos de un carro a 60 kilómetros por hora, pero un estudio del Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR) demostró que solo resistían 75.
Por esta razón, la Junta Directiva del Consejo le retuvo al contratista un pago de ¢90 millones y decidió, semanas atrás, rescindir el contrato con JL. La acción está pendiente de firma en el despacho del ministro de Obras Públicas y Transportes.
Rivas explicó que la institución dispone de postes abatibles para sustituir los averiados o perdidos, pero no los puede usar por la diferencia legal.
La Nación intentó contactar a Adrián Leitón, abogado de JL, pero en la empresa no contestaron nuestras llamadas.
En junio de 2016, la compañía indicó a este diario que cumplieron con las normas técnicas requeridas por el Cosevi en el cartel de licitación y que el mantenimiento de las señales era responsabilidad del Estado.
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Para ese entonces, la Dirección de Ingeniería de Tránsito del Ministerio de Obras Públicas y Transportes detectó fallas en el 31% de los postes.
Inseguridad. El deterioro o extravío de los postes en varios tramos de la vía aumenta el riesgo de percances, pues es difícil identificar quien tiene la prioridad de paso. Además, la carretera es muy utilizada por tránsito pesado.
Cindy Coto, directora ejecutiva del Cosevi, admitió que las condiciones actuales de la demarcación son inseguras.
Lo más grave es que los postes abatibles no serán repuestos a corto, ni mediano plazo, según dijo Coto.
Agregó que la Administración deberá decidir, en el futuro, si la reinstalación de los postes abatibles la asume el Cosevi o el Consejo Nacional de Vialidad.
Varios lectores de La Nación expresaron en redes sociales la necesidad arreglar los postes y mejorar la demarcación.
“Necesitamos los postes y una demarcación de primer nivel. Esa carretera al nivel del cerro Zurquí está abandonada”, comentó Israel Madrigal.
“Los postes han funcionado, pues, desde que existen la cantidad de muertos, por accidentes de tránsito han disminuido en ese sector y hay más tranquilidad al conducir”, afirmó Guillermo Morales Guzmán.
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“Solo quien no maneja por ahí (ruta 32) o un conductor que le gusta adelantar en doble línea amarilla podría pedir que quiten los postes.
”Los postes son un seguro de vida para uno contra los irresponsables al volante”, declaró Raúl Buendía Ureña.
Carlos Rivas, director jurídico de Cosevi: 'Hubo incumplimientos'
–Es evidente el deterioro de los postes abatibles de la ruta 32 están en muy mal estado ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué no se reponen?
–El problema con la empresa sigue latente, la Junta Directiva tramitó la cancelación del contrato porque hubo dos incumplimientos: uno es la reflectividad de la pintura que se utilizó y el otro es la resistencia de los postes, se logró demostrar que no estaban cumpliendo con la resistencia.
"Ellos (JL Señalización y Arquitectura) presentaron un recurso contra la decisión de rescindir el contrato, pero la Junta Directiva del Cosevi rechazó esa acción"
–¿La empresa podría reclamar el pago retenido de ¢90 millones en otra vía?
–Sí, pero ya eso sería en la vía judicial.
–Todo el trabajo costaba ¢230 millones, pero solo se retuvo un pago de ¢90 millones ¿Por qué sucede eso? ¿No se debió retener el monto total en vista de que los postes no cumplían con la resistencia?
No, porque digamos ellos cumplieron con su trabajo porque , en su momento, la demarcación que hicieron estaba bien. Además, habían otros trabajos como quitar señales verticales nuevas y sustituirlas por unas nuevas, esos componentes del trabajo estuvieron bien hechos (...) El problema es que con el pasar del tiempo se determinó que la calidad no era la ideal.
–¿Qué va a pasar con los postes dañados? ¿Cuándo se van a reemplazar?
Eso es un tema que ahora hay que definir, lo que estaba previsto es que luego de la colocación de los postes el Conavi le daría mantenimiento, pero como está este problema hasta que se solucione se podría decidir qué pasará con los postes.
–¿Qué pasa si el ministro del MOPT avala la cancelación del contrato?
–Habría que buscar un nuevo proveedor.