Plan para generar electricidad con basura causa problema legal

La concesionaria demandó a la CNFL por $20 millones ante Tribunal Contencioso

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Un proyecto de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) para construir una planta biotérmica de generación eléctrica a partir de la basura, resultó en una disputa legal con el Grupo Saret, empresa encargada de la obra.

Ahora, el Grupo Saret reclama $20 millones por daños y perjuicios, al tiempo que la CNFL pide $7,6 millones correspondientes a multas por incumplimientos del contrato.

El plan consistía en utilizar el biogás, originado por la basura depositada en el relleno sanitario de Río Azul, para producir 24,9 gigavatios (GWh) por año.

Según la CNFL, el Grupo Saret operó la planta del 2004 al 2010 y nunca cumplió con la meta de generación propuesta.

De acuerdo con datos de la entidad pública, el proyecto solo produjo 29,7 GWh en los siete años de funcionamiento en Río Azul. Esa cantidad de energía sirvió para dar electricidad a 9.865 hogares.

Carlos Solera, ingeniero de proyectos de la CNFL, dijo que la empresa encargada falló al elaborar los estudios de factibilidad.

“Lo que sucede es que, en la licitación, ellos (Saret) tenían que hacer un estudio para determinar cuánto era el potencial del campo y ver así cuánta energía podían vendernos a nosotros. Cuando empieza a funcionar la planta, se determina que los datos que ellos obtuvieron no los están logrando en la realidad”, explicó Solera.

Añadió que la CNFL pagó $1,6 millones por la energía que Saret suministró durante los siete años de operación. El contrato entre las entidades era por diez años, prorrogable a otros diez.

“La planta dejó de generar en agosto del 2010; por esto, la Compañía tomó la determinación de rescindir de forma unilateral el contrato”, añadió Solera.

Para la explotación de biogás, el relleno sanitario de Río Azul fue dividido en tres grandes áreas, denominadas OP1, OP2 y OP3.

Con el fin de utilizar el relleno, la CNFL firmó un convenio con el Ministerio de Salud en el 2002.

Jorge Boza, director del cierre técnico de Río Azul, manifestó que el Ministerio de Salud solo participó cediendo las 47 hectáreas del relleno sanitario.

“Desconocemos qué pasó con la planta generadora porque el contrato era entre la Compañía y Saret”, dijo Boza.

Abogado rechaza. Federico Torrealba, abogado de Saret, argumentó que su representada nunca pudo usar el 100 % del terreno previsto para explotar. “Durante la operación del proyecto nunca tuvimos acceso a la totalidad del terreno proyectado para la extracción del biogás dentro del relleno”, dijo.

Otro de los factores que impidieron el éxito de la iniciativa, según el representante legal, fue que el relleno dejó de funcionar solo en el 2007, y se depositó basura sobre las tuberías destinadas a la captación de biogás para la producción.

“A lo largo de toda la ejecución del contrato, la infraestructura del proyecto fue víctima de una destrucción sistemática y continua”, dice la demanda, de la cual La Nación tiene copia.

El asunto se discute bajo el expediente número 09-1027 del Tribunal Contencioso-Administrativo y está a la espera de que se programe la audiencia preliminar.

El monto reclamado por Saret corresponde a la energía producida que no logró cobrar, costos de operación, mantenimiento de equipos e inversión.

Esta licitación fue adjudicada el 18 de diciembre del 2000, cuando el gerente general de la CNFL era Pablo Cob Saborío.