El parque recreativo Creando un Mejor Futuro abrió ayer sus portones a los vecinos de la ciudadela La Carpio, ubicada en La Uruca (San José).
El espacio cuenta con un anfiteatro, salón multiusos, campo de juego para niños y una zona equipada con máquinas para hacer ejercicio.
El proyecto, construido a pocos metros de la entrada principal de la comunidad y de la planta de tratamiento de aguas de Acueductos y Alcantarillados (Aya), fue recibido con alegría por muchos de los vecinos, algunos de los cuales participaron en el acto de apertura.
“Esto es un regalo para nosotros. Ahora, el reto es cuidarlo y cambiar esa imagen que está en el exterior de la comunidad, de que somos un lugar conflictivo.
”Aquí hay gente muy valiosa y hoy, con este nuevo parque, nos están dando una oportunidad para demostrarlo”, manifestó Lordely Jiménez, presidenta de la Asociación de Desarrollo de La Carpio.
De la misma manera, varias personas aseguraron que velarán para que el parque se mantenga en buen estado y no sea ocupado por las pandillas.
La participación de los vecinos ya es notoria, pues un grupo de jóvenes se encargó de la decoración de las paredes, mientras que varias mujeres líderes elaboraron mosaicos con los logos de las organizaciones que participaron en el proyecto.
Alianza. El parque se construyó gracias a la colaboración entre entidades estatales y empresas privadas. Una de ellas es Florida Ice & Farm, que aportó cerca de $185.000, según informó su director, Ramón Mendiola. La firmaVan der Laat y Jiménez donó la edificación y otras compañías aportaron materiales, planos y máquinas para ejercicio.
El terreno donde se ubica el parque era propiedad del AyA, que aceptó apoyar el proyecto traspasándolo a la Municipalidad de San José.
La vicepresidenta de la República, Ana Helena Chacón, destacó esa colaboración entre sectores, que beneficiará a más de 19.000 personas. Además, recordó que se tramita la ampliación de la escuela de la comunidad, así como la construcción de un colegio técnico-profesional.
Las familias de La Carpio también esperan, desde hace ocho años, que se les entreguen títulos de propiedad de los terrenos en los cuales viven, lo que les permitiría acceder a créditos para mejorar sus viviendas y la infraestructura de la comunidad.