Faltante de agua reprime la inversión en cantones

AyA admite falta de planificación, pero critica desordenado crecimiento urbano

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Las limitaciones que tiene el país para garantizar agua a nuevos proyectos de inversión paralizaron la construcción en varios cantones.

Hay fuentes del líquido, pero falta infraestructura para llevarlo hasta donde se pueden construir residenciales, centros comerciales y plantas industriales, reconoció Manuel Salas, subgerente del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA).

Como consecuencia, los proyectos se quedan sin recibir el permiso de construcción, los interesados incurren en excesivos gastos extra para proveerse de su propia infraestructura para obtener agua o, simplemente, se van del país, en busca de lugares que ofrezcan mejores condiciones, afirmó Guillermo Carazo, directivo de la Cámara Costarricense de la Construcción.

“Si viene un inversionista, probablemente, el primer lugar al que va a ir es a El Coyol de Alajuela. Y lo primero que van a pedir es si hay carta de agua, y el AyA lo que les va a decir es que no”, manifestó.

El problema más grave lo sufre Guanacaste. Sin embargo, hay cantones en el resto del país que tienen problemas similares.

“Damos permisos a casas individuales, pero a los proyectos no, desde hace tres años. Solo si el desarrollador tiene opciones, como perforar pozos”, explicó Patricia Coghi, alcaldesa de Oreamuno.

En Barva, el alcalde Claudio Segura se niega a dar más permisos hasta tanto los responsables presenten un estudio técnico que garantice el suministro de agua.

Constructores, alcaldes y el AyA coinciden en que el problema se debe a la falta de planificación urbana y de la capacidad de las fuentes de agua.

Desde hace años, los constructores han denunciado tal situación. Para Carazo, la descentralización del servicio de acueductos y alcantarillados, le dificulta al AyA el estar pendiente de la gestión de los demás operadores.

En el país, además del Instituto, proveen agua potable la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH), 29 ayuntamientos, y unas 1.500 Asociaciones Administradoras de Sistemas de Acueductos y Alcantarillados Sanitarios (Asadas).

A ciegas. “Este es uno de los lugares del mundo donde más llueve. Uno pensaría que los problemas de ciertas regiones están relacionados con una mala planificación del recurso”, dijo Olman Vargas, director ejecutivo del Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos de Costa Rica.

Carazo destaca que el problema se arrastra desde décadas: “El mal manejo que tiene el país de la infraestructura vial, lo tiene con la del agua. Y no es culpa del gobierno actual, exclusivamente, pero tampoco están libres de responsabilidad, porque ya tenemos dos años de administración.

”Sí sentimos que ha habido un nivel de rezago, pero el tema de planificación es crucial y un gran reto”, aseguró Salas.

No obstante, también destacó la necesidad de contar con planes reguladores (más de la mitad de cantones del país no los posee), más coordinación con las municipalidades y una nueva ley que regule el recurso hídrico.

Ante el clamor de los constructores por más liderazgo, Salas informó de que la Junta Directiva del AyA explora opciones para fortalecer su función rectora, y así poder ejercer mayor presión sobre municipios y Asadas con el fin de mejorar la planificación.