Apertura de megapuerto de Moín se postergaría para junio de 2018

Fecha de inicio en el contrato de concesión es el 18 de enero del 2018

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En abril, APM Terminals anunció que varios defectos constructivos atrasarían tres meses la apertura del megapuerto de Moín, en Limón. Sin embargo, ahora, la firma holandesa cree que necesitará más tiempo para remediar los problemas y prevé la inauguración para junio del 2018.

La información fue suministrada por Kenneth Waugh, gerente general de la empresa, en una entrevista con La Nación el 14 de junio.

Los defectos en el desarrollo de la obra están relacionados con un grupo de pilotes de la nueva plataforma que se inclinaron de manera irregular, daños en 20 metros del rompeolas y la mala compactación de la superficie de la isla artificial de 40 hectáreas, la cual estará a cuatro metros de altura sobre el nivel de mar para albergar seis grúas pórticas y 4.000 contenedores.

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Estas instalaciones, de mayor calado, podrán recibir barcos con capacidad hasta de 8.000 contenedores. El muelle de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) atiende hoy barcos con 2.500 contenedores.

La fecha establecida en el contrato de concesión para entregar la Terminal de Contenedores de Moín (TCM) es el 18 de enero del 2018.

El acuerdo establece $2.000 de sanción por cada día que el puerto se atrase con el inicio de las operaciones. El monto máximo por ese incumplimiento es de $200.000.

Aparte de ese castigo, por cada día de demora en la construcción el Estado puede cobrar $2.000 de multa.

Ambos montos se cancelarían al Consejo Nacional de Concesiones (CNC), órgano desconcentrado del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT).

Waugh admitió que arreglar los inconvenientes y terminar la obra con la calidad necesaria tomará un poco más de tiempo. La obra está valorada en $1.000 millones y será administrada por el gigante holandés por un periodo de 30 años.

El funcionario explicó que ya se corrigió el ladeo de los pilotes y se descartó que el problema continúe o se agrave con el tiempo.

Waugh consideró que los obstáculos que enfrentan le darán tiempo al Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) para terminar la ruta 257 que comunica la carretera a Limón con el megapuerto, la cual también reporta atrasos.

Ese proyecto vial, de 2,05 kilómetros, es un compromiso estatal con el concesionario y debe estar listo antes de la inauguración de la TCM, de lo contrario los exportadores perderán un descuento de $20 por el movimiento de cada contenedor.

Carlos Jiménez, gerente del Conavi a cargo de ese proyecto, indicó que están a la espera de que la Contraloría General de la República (CGR) les autorice un convenio firmado con APM Terminals para poder trabajar en el área concesionada y así corregir una pifia de 80 metros entre el punto donde concluye el camino provisional y el acceso definitivo al megapuerto.

Esta vía fue adjudicada al Consorcio del Atlántico, integrado por las constructoras MECO y Puentes y Calzadas por $72 millones.

Corregir la 'pifia' premeditada costará, aproximadamente, $14 millones, según los cálculos del Consorcio del Atlántico.

¿Cómo será la apertura?

Cuando se abran las puertas de la TCM, APM Terminals tendrá un periodo de cuatro a cinco meses de prueba. Durante ese tiempo ajustará sus sistemas, corregirá errores de operación y tramitará sus certificaciones.

Superada esa etapa, la totalidad de los buques portacontenedores serán atendidos por APM Terminals y los muelles de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) quedarán para atender carga general como hierro o vehículos.

"La etapa de operación inicial es en la que está prevista la calibración inicial, el entrenamiento, para la revisión y prueba de todos los sistemas, en ese periodo no atenderemos todo el volumen de carga, es como un periodo de gracia, contemplado en el contrato, para ajustar todos los sistemas", comentó Waugh.

Según la compañía, en la atención del muelle trabajarán entre 600 y 650 personas y se crearán 14.000 empleos indirectos en Limón durante los primeros tres años de operación.

Waugh añadió que la cultura del exportador e importador deberá cambiar, pues, se atenderá solo con citas para optimizar los tiempos de carga y descargue y mejorar los controles sobre las mercancías.