Christian Vargas, presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer), renunció a su puesto y dejó la entidad desde este lunes 1.° de mayo.
De acuerdo con un comunicado de prensa enviado por el Incofer, Vargas presentó la renuncia ante el Consejo de Gobierno el pasado 28 de abril.
El boletín señala que alegó razones personales para dejar el Instituto.
Vargas, quien es ingeniero ferroviario, asumió la presidencia del Incofer en agosto de 2016 tras la salida de Guillermo Santana, quien también había dejado el cargo por "razones personales".
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Su principal misión era mejorar tren urbano.
Además, se le encomendó poner en operación el servicio de ferrocarril entre Alajuela y San José, que arrancó en enero pasado.
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El exjerarca deja pendiente la compra de nuevos trenes para aumentar la capacidad instalada del servicio y la puesta en marcha de un proyecto para construir un tren eléctrico, principal objetivo de la aprobación de la ley de modernización del Instituto, en abril de 2016.
En marzo anterior, Vargas manifestó que España, China, Suiza e Italia habían mostrado interés en realizar esa obra en el país.
Otra tarea inconclusa es la instalación de agujas y señales luminosas en los cruces del tren, para prevenir colisiones con vehículos.
De acuerdo con datos suministrados por la oficina de prensa del Incofer, el jerarca devengaba ¢2,4 millones por mes, sin ningún tipo de sobresueldo.
Los últimos reportes del Incofer indican que, en promedio, cada día 21.000 pasajeros usan el tren urbano, en sus trayectos a Pavas, Montes de Oca, Cartago, Heredia, Belén y Alajuela.
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La Nación intentó localizar al expresidente del Instituto a su teléfono celular, pero no contestó las llamadas.
También se ha intentado hablar con Carlos Villalta, ministro de Obras Públicas y Transportes, pero estaba en una reunión en Casa Presidencial y no atendió las llamadas.