Texto original publicado por La Nación el 29 de julio de 1972
Quedaron silenciados ayer, durante cuatro horas, de las 12 m.d. a las 4 p.m., los aparatos telegráficos de 400 oficinas de telégrafos, teléfonos y radios nacionales, ubicadas en todo el país. Informes obtenidos señalan que en ese lapso se dejaron de transmitir cuatro mil mensajes, oficiales y particulares, con un promedio de 90 mil palabras y un valor de ¢10.000. Este es el primer paro que se produce en el sistema desde el 24 de diciembre de 1944, bajo el gobierno de Teodoro Picado.
Tal y como lo dispuso la Asociación Nacional de Telecomunicaciones (ANDET), ayer al filo del mediodía, enmudecieron los aparatos telegráficos y fue acallado el sistema de receptores de las oficinas de medios. El incesante sonido de los puntos y rayas emitidos por los aparatos se dejó de oír por primera vez en muchísimos años, ya que incluso los viernes santos no cesan de trabajar.
Originó el paro de cuatro horas realizado ayer por los telegrafistas y demás empleados de comunicaciones, el no pago de descanso semanal y días feriados, que se les adeuda y que comprende doce meses. Desde principios de este año, se nos dijo, comenzaron las gestiones para el pago del segundo semestre correspondiente al año pasado, sin ningún resultado. Se venció el primer semestre de 1972 y las gestiones se intensificaron, también con resultados negativos.
Así las cosas, ANDET se reunió para atender las protestas de sus afiliados y advirtió, hace dos semanas, que de no solucionarse el problema, irían a un paro inicial de labores el 21 de julio; a esta fecha dieron largas por ocho días más y, de acuerdo con lo dispuesto, ayer hicieron efectiva su amenaza. “La solución al problema, por nosotros perseguida, hasta el momento no ha tenido efecto. En cuanto al paro, con excepción de Heredia, resultó un éxito”, dijo a La Nación Carlos Avendaño, presidente de la ANDET.
En otras noticias:
Sujeto lanzó gasolina a niños y les quemó los ojos
Las autoridades de radiopatrullas informaron que en avenida 2 y calle 6, fue detenido un hombre de apellido Guerrero, quien hace frente a una grave acusación, como es la de que es el único responsable de haber lanzado un recipiente que contenía gasolina a tres niños, lo que les produjo quemaduras en los ojos.
En el hospital obtuvimos la información de que los menores afectados responden a los nombres de Ronny Fernández Fonseca, de 12 años; Javier Campos Ureña, de 14, y José Agustín Gamboa, de 12 años. La policía condujo al detenido ante los oficiales de investigación, ya que era necesario obtener una confesión detallada del asunto. También se dispuso interrogar a los tres menores, una vez que los médicos indicara que estaban en buenas condiciones.
Permaneció seis días en pozo de 30 metros de profundidad
Grimaldo Huaylinos Contreras, un campesino de 35 años, fue rescatado con vida de un pozo de 30 metros de profundidad donde permaneció seis días. El hecho ocurrió en una chacra del distrito de Sincos, Departamento de Junín, a 185 kilómetros al este de Lima. Según información proporcionada por la policía de ese lugar, Huaylinos recorría la chacra y, sin darse cuente, cayó al fondo de un pozo abandonado, que había servido para surtir de agua un reservorio del distrito.
Ante su repentina desaparición, policías y vecinos procedieron a la búsqueda y al cabo de seis días una pareja de guardias escucharon quejidos que provenían del pozo, donde se encontraba Huaylinos. Rescatado, después de dura labor, ahora se encuentra bajo asistencia médica y convaleciendo en el hospital de Jauja.