Traficantes de personas aprovechan inacción estatal con migrantes

Esfuerzos del Ministerio de Trabajo son insuficientes, detalla investigación de la Fundación Arias para la Paz, la Fundación Panamericana para el Desarrollo y el Gobierno de los Estados Unidos

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

La inacción estatal respecto a los flujos migratorios que pasan por el país provocan el aumento del tráfico ilícito de personas y el coyotaje en Costa Rica. Así lo concluyó una investigación realizada por la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano y la Fundación Panamericana para el Desarrollo, con el financiamiento del Gobierno de los Estados Unidos.

La investigación detalló que las personas migrantes permanecen varios días en Costa Rica para recolectar el dinero necesario para pagar por el supuesto “pasaje seguro” hacia Nicaragua, cuyo precio aproximado es de $150.

Sin embargo, estas necesidades no desincentivan la migración, solamente incrementan los costos y los riesgos a los que se ven expuestas estas personas. El trayecto de atravesar de Costa Rica a Nicaragua puede costar hasta $4,000, según encontraron los investigadores.

Además, debido a que no tienen documentos de identidad, muchas personas migrantes solicitan a locales que les realicen trámites bancarios de recepción de fondos que les envían sus familiares, sin embargo, por dicha gestión deben pagar hasta el 40% del total del dinero recibido.

Personas migrantes entrevistadas denunciaron pagos injustos por trabajos agrícolas, extensas jornadas laborales sin remuneración de horas extra, ausencia de seguro social y no reconocimiento de vacaciones.

También encontraron que algunos patronos despiden y recontratan a sus trabajadores cada tres meses, con el objetivo de evitar el pago de prestaciones. Otros empleadores los obligan a pagar la totalidad de su seguro voluntario, no una porción, como lo establece la ley.

“Se hace referencia a que nunca ha habido presencia del MTSS a realizar supervisiones y garantizar el cumplimiento de la legislación laboral”, detalla la investigación.

Los investigadores reconocieron los esfuerzos que desarrolla el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) ante compañías bananeras y el Instituto del Café de Costa Rica (Icafe) para promover la regularización y el acceso a derechos laborales y de salud.

En los últimos meses se redujo el paso de migrantes por Costa Rica. Sin embargo, el citado estudio prevé que las movilizaciones se adecuen a las situaciones climáticas de la selva del Darién, la peligrosa ruta utilizada para cruzar de Colombia hacia Panamá.

“La temporada de lluvias incrementa el nivel de dificultad, y por ello, es probable que las movilizaciones aumenten durante el verano”, detalló la Fundación Arias para la Paz.

Los picos más altos de tránsito de migrantes se registraron en octubre de 2022, cuando se estimaba que unas 4.000 personas ingresaban a diario a nuestro territorio. Para noviembre, dicha cifra bajó a 200 individuos al día.

La Fundación Arias realizó el proceso de investigación durante el 2022, el cual incluyó grupos focales con población migrante en zonas fronterizas.

Aunque la mayoría de personas migrantes que transitan por Costa Rica desde la frontera sur son de nacionalidad venezolana, los investigadores también registraron ciudadanos haitianos, colombianos, ecuatorianos, bolivianos y unos pocos cubanos.

También identificaron personas de Bangladesh, India, Georgia, Ghana, Congo, Gambia y Senegal y, más recientemente, de Corea del Norte.

En sus recomendaciones, la Fundación Arias para la Paz recordó que “nadie emigra porque quiere”, sino que las condiciones políticas, económicas y humanitarias en ciertos países empujan a las poblaciones a dejar sus países de origen.

“La respuesta a esta situación pasa, necesariamente, por abordar aspectos de carácter estructural que no están en la agenda de ninguno de los países en este momento”, llamó la atención el informe.