‘¿Paraíso perdido?’: así retrata el semanario ‘The Economist’ las crisis de Costa Rica

Publicación internacional habla del ‘desmoronamiento’ de los servicios públicos, alude al presidente Chaves y expone deterioro en seguridad debido al narcotráfico

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“Costa Rica ya no parece un caso de éxito latinoamericano”, publicó este jueves el semanario británico The Economist como parte de un análisis sobre el clima de inseguridad ocasionado por la penetración del narcotráfico en los países de la región.

El medio internacional también retrata el malestar público por lo que denomina un “desmoronamiento de servicios estatales”, situación con la cual relaciona la marcha que grupos sindicales, universidades y otras organizaciones realizaron el 25 de octubre hacia Casa Presidencial.

Sobre esa manifestación, el semanario indica que parte del reclamo en las calles fue por más fondos para educación, “que no recibe el 8% del PIB anual que exige la Constitución”.

Bajo el título “La violencia de pandillas se está extendiendo por América Latina”, el reportaje principal detalla la caída en los niveles de seguridad en zonas del continente que en otro momento eran consideradas seguras.

“En países que antes eran seguros, las tasas de homicidio están alcanzando niveles récord, incluidos Ecuador, Costa Rica y Chile. Llámelo la nueva red narco: un coctel de drogas, armas y migración está alimentando la violencia de las pandillas en toda la región”, señala el reportaje que circulará en la edición impresa de este 4 de noviembre.

El análisis publicado este jueves alerta de que este año los homicidios en Costa Rica alcanzaron un récord de 17 por cada 100.000 habitantes. Hace tres años, advierte, eran 11 por 100.000 habitantes, en referencia a la violencia derivada por el narcotráfico.

“En los últimos años, muchos asesinatos han tenido que ver con el mercado nacional de marihuana. El cannabis ilegal es un gran negocio en Costa Rica: el 3% de los residentes dice consumirlo mensualmente, una de las tasas de consumo más altas de Centroamérica”, indica en otro punto el reportaje.

The Economist, fundado hace 180 años, acumulaba 1.182.000 suscripciones a marzo de este año, entre ejemplares en papel y su versión en línea,revela su último estado de resultados.

Preocupación popular

The Economist también dedica una nota específica a Costa Rica, en la que refiere la frustración ciudadana por el declive de los servicios públicos.

“El país se ha destacado durante mucho tiempo entre sus vecinos de América Latina por su atención sanitaria y educación universales, además de sus instituciones democráticas. Las preocupaciones de que estén empeorando se han visto aceleradas por el actual enfoque del presidente en la reducción de costos”, agrega el artículo en referencia a Rodrigo Chaves Robles.

Conforme el escrito, dichos recortes llegan en un momento en que el país enfrenta un aumento en los delitos violentos y los jóvenes necesitan oportunidades para no involucrarse con las pandillas.

Según The Economist, Chaves dice admitir que los servicios públicos se han deteriorado pero, agrega, el político culpa a la “mala administración” del país durante las últimas cuatro décadas.

“Dice que le encanta que la gente marche al palacio presidencial para defender sus derechos, pero su gobierno no tiene margen para gastar más en salud o educación”, cita la publicación en alusión a expresiones del presidente costarricense.

Indica el artículo que muchos temen que esa “parsimonia de Chaves” sea una excusa para una reforma a gran escala del estado de bienestar.

Menciona, además, el aumento de tensiones con la declaración por parte del mandatario de que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) “está en quiebra”, afirmación que ha sido rechazada por otros grupos y representantes de la entidad.

“Eso no es cierto, dice Álvaro Ramos, exdirector de la institución”, añade textualmente la nota de prensa, la cual advierte de que Chaves también ha despertado preocupaciones por sus críticas a otras instituciones, como las universidades públicas y los medios de comunicación independientes.