Isla del Coco, Puntarenas.- En el futuro, la historia narrará que el último himno a Juan Santamaría, cantado un 11 de abril por Laura Chinchilla como presidenta de la República, lo hizo aquí, en el Parque Nacional Isla del Coco, a unos 600 kilómetros de Alajuela.
La mandataria llegó ayer al sitio más remoto del país, a las 8:35 a. m., luego de un viaje de 19 horas, en el yate del segundo vicepresidente, Luis Liberman.
En este punto del océano Pacífico, sin tambores ni abanderados, la gobernante conmemoró la batalla de Rivas y de la gesta de Juan Santamaría.
“Quiero enviar un abrazo fraterno a toda Costa Rica, muy especialmente a los alajuelenses en un día tan especial; 1856, de alguna manera, es un evento que está marcado en la historia patria como aquel que verdaderamente nos dio a nosotros la noción de soberanía, de defensa de la Independencia y la protección de nuestro territorio”, dijo Chinchilla.
Sobre la fecha escogida para su visita, la presidenta afirmó que se trató de un asunto de acomodo de su agenda.
Chinchilla habló poco de los filibusteros jefeados por el estadounidense William Walker, que trataron de invadir el país en 1856. Se refirió más bien a los filibusteros de altamar que ponen en riesgo las riquezas marítimas y de los que trafican personas y drogas.
Es la tercera vez que un gobernante pone sus pies en la Isla descubierta en 1526, por el español Juan Cabezas, explicó el guardaparques Isaac Chinchilla.
Antes de Chinchilla, llegaron Rodrigo Carazo, en 1978, cuando creó el Parque, y después Miguel Ángel Rodríguez, en el 2000.
Seguridad en mar y papel. En su visita, Chinchilla se puso al tanto del avance del Proyecto Hidroeléctrico Olivier, que construye la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL). Con una capacidad de 10,5 kilovatios/hora, se prevé que provea energía al radar que pretende instalar el Ministerio de Seguridad, en el cerro Presidio.
El radar entraría en funcionamiento entre agosto y noviembre y podría detectar barcos grandes que estén a una distancia de hasta 80 km y naves pequeñas a 55 km.
El proyecto cuesta $3,6 millones, aportados por el Gobierno y las organizaciones Costa Rica por Siempre y Conservación Internacional.
Chinchilla aprovechó también para cumplir con una deuda histórica: a pesar de que el Parque Nacional Isla del Coco fue creado el 22 de junio de 1978, hasta ayer las autoridades administrativas recibieron el plano catastrado del territorio.
Con esto, Isla del Coco se suma a Corcovado y Poás como parques debidamente inscritos en el Registro de la Propiedad. Costa Rica posee 169 áreas silvestres protegidas entre parques nacionales, reservas biológicas, refugios de vida silvestre y zonas protectoras, administradas por el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac).
El documento garantiza la seguridad jurídica de los 2.400 hectáreas de tierra y los 2.000 kilómetros cuadrados de mar del Pacífico.
“Aparte de patrimonio de la humanidad, el Parque Nacional Isla del Coco debe responder al patrimonio del Estado, esto viene a reforzar la soberanía del país sobre la Isla. Es el final de una gran expedición, que se inició en el 2007, con el Instituto de Geografía Nacional y Catastro”, expresó el administrador del Parque, Géiner Golfín.
Golfín recalcó que el principal peligro para el Parque es la pesca ilegal. Pescadores en barcos pequeños se lanzan mar adentro para rondar las 12 millas marítimas, en busca de la pesca de atún, una especie abundante en la Isla.