Voluntarios regalan su tiempo para bajar deserción en colegios

Iniciativa trabajará con 55.000 alumnos en mayor riesgo de abandonar las aulas

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Sin esperar salario ni reconocimientos a cambio, un grupo de 200 profesores, pensionados, psicólogos y trabajadores sociales donarán su tiempo libre para evitar que jóvenes de 80 colegios públicos del país abandonen las aulas.

La red de voluntariado arrancará en octubre de este año y es una iniciativa del Proyecto de Apoyo a la Educación Secundaria para la Reducción del Abandono Escolar (ProEduca), que pretende beneficiar a unos 55.000 estudiantes de zonas con alta vulnerabilidad.

El director del proyecto, Francisco Rodríguez, indicó que, como parte del trabajo, se destinarán 18 millones de euros, con fondos provenientes de la Unión Europea y el Ministerio de Educación (MEP), para la compra de equipo deportivo, tecnológico y musical para los centros educativos.

“El objetivo es vincular a los estudiantes a actividades en las que se sientan parte del colegio; que no tengan excusas para salirse de las aulas”, dijo Rodríguez.

Los docentes voluntarios también ofrecerán tutorías para que las malas calificaciones no sean una excusa para desertar.

“Si a un estudiante de colegio privado le va mal, sus papás le pagan un tutor. En el sistema público, como muchos no tienen esta opción, desertan; por esto habrá una red de profesores que nivelarán a los estudiantes de forma gratuita”, manifestó el director Rodríguez.

Motivar. Flora Merino es ejemplo de este apoyo desinteresado. Ella tiene 16 años de trabajar en psicología educativa y ahora dedicará su tiempo libre a motivar y escuchar a los jóvenes que por alguna razón perdieron el interés en estudiar.

“Hay que adaptarse a los jóvenes, escucharlos y preguntar qué les gusta y qué los desmotiva. Para mí, esto es un reto fascinante”, expresó Merino.

En el grupo hay pensionados que están dispuestos a dar tutorías a los estudiantes y a conversar con padres de familia para bajar las cifras de deserción del país.

En cifras absolutas, para el 2013, el total de desertores fue 46.082.

“Nos hacen falta voluntarios en las zonas de Limón y de Coto Brus. Si bien la cifra de deserción ha bajado, seguimos haciendo más esfuerzos”, dijo el director de ProEduca.

Hay profesores en ejercicio, como Minor Coto, quien lleva 10 años en la enseñanza de los Estudios Sociales y ve el programa como una forma de retribuir a la sociedad.

“No hay excusas para que los estudiantes abandonen las aulas. Mi meta en este programa de voluntariado es motivar y trabajar detrás de las causas que hacen que un estudiante se salga del aula”, dijo el profesor Coto.

El programa de voluntariado funciona a partir de la adhesión libre, el compromiso y la participación activa de los profesionales interesados, que además recibirán capacitación para ingresar a las aulas a trabajar con los estudiantes.

Entre los requisitos, ProEduca fijó disponibilidad de tiempo, residencia cercana a los centros educativos, comprensión de los problemas socioeconómicos de esas zonas geográficas y experiencia de trabajo con adolescentes.

La iniciativa se extenderá hasta diciembre del 2015 y pretende que el MEP siga con el programa.