UCR procura subir admisión de alumnos de centros rurales

80% de quienes pierden la prueba en colegios públicos son de zonas rurales

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Los ejercicios de razonamiento matemático y las analogías del examen de admisión de la Universidad de Costa Rica (UCR) son un idioma incomprensible para muchos estudiantes de colegios rurales.

Esto lo reflejaron los resultados del examen de admisión el año pasado, cuando de los 3.087 alumnos de centros públicos que perdieron la prueba, un 80% provenía de secundarias fuera del Valle Central. Aplicaron en total 7.998 colegiales.

La mala o nula preparación que reciben motivó a la UCR a poner en marcha un plan piloto en Nicoya (Guanacaste) y Sarapiquí (Heredia) para dar clases de nivelación con miras al examen de admisión.

“Es un experimento social en el que queremos aumentar las oportunidades de aquellos jóvenes que vienen de comunidades con bajas posibilidades de ingreso. La desigualdad social también se refleja en el proceso de admisión y eso es lo que estamos corrigiendo”, resaltó Henning Jensen, rector de la UCR.

En la zona de Sarapiquí de Heredia, un grupo de 30 jóvenes del Colegio San José, de Río Sucio, narraron la experiencia que viven desde octubre del 2013.

“Uno tiene toda la motivación de ir a la UCR; es la meta máxima de todos, pero en este ‘cole’ solo una persona lo ha logrado. No teníamos preparación, pero con esos cursos que nos dio la gente de la UCR ya sabemos de qué se trata”, dijo Pedro Lúquez, estudiante de quinto año.

El pasado sábado 26 de abril marcó una diferencia en el grupo. Esa mañana, un bus de la Universidad los llevó a las instalaciones en San Pedro de Montes de Oca.

“No nos imaginábamos que la UCR fuera un lugar tan grande. La gente es muy diferente a la de aquí. Creíamos que era un solo edificio. Con esa visita, uno se motiva más y quiere estudiar ahí”, dijo Karen Goméz, quien también recordó que, tras el regreso a Sarapiquí, estuvieron cuatro horas en una presa, por un cierre temporal en la ruta 32, cerca del túnel Zurquí.

Retos. En 14 talleres, la Vicerrectoría de Vida Estudiantil de la UCR les mostró cómo resolver ejercicios matemáticos y aplicar la comprensión de lectura en cada ítem que plantea la prueba.

“Hay muchachos que pierden el examen porque no entienden lo que dice el enunciado. El examen parte de un supuesto previo de que el joven tienen dominio del idioma y la realidad nos dice todo lo contrario en muchos casos. La idea no es cambiar el examen, sino preparar bien al estudiante”, dijo el rector.

Para muchos, no ingresar a una universidad pública frustra la opción de enseñanza superior debido a que carecen del dinero para pagar una universidad privada.

“Estamos contentos de que los están preparando. Yo tengo la fe de que mi hija ingrese porque nosotros no le podríamos pagar la carrera de Medicina”, expresó Yamileth Valerio, madre de Karen Gómez.

Con hojas de práctica para la prueba de admisión, los colegiales ahora organizan centros de estudio entre ellos porque su meta es que todos logren ingresar a la UCR.

“Lo más difícil de entrar a la U es dejar a la familia e irse para San José, pero queremos ir allá para prepararnos y tener una mejor calidad de vida”, apuntó Orlando Andino.

Datos de la Oficina de Registro e Información de la UCR indican que hay entre 25 y 45 colegios rurales que, en los últimos tres años, no lograron que ningún estudiante ganara el examen de ingreso.

Jensen relató que, en una reciente visita a Nicoya, un joven le preguntó: “¿Usted fue de los que inventó estos talleres para ingresar a la Universidad?”.

Ante la pregunta, el rector respondió : “Sí, fui parte de la idea”. La reacción del estudiante fue un breve gracias y un gran abrazo.