Ministro del MEP: Con solo inscribir a alumnos con número de cédula se puede evitar 'fraude' en matrícula y presupuesto

Ministro propone aplicar medida que también repercutiría en mayor control de la deserción y en darle trazabilidad a los estudiantes

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El número de cédula de un niño o de un adolescente sería requisito para inscribirlo en una escuela o un colegio del MEP, según los planes del ministro Edgar Mora, quien de esa forma pretende atacar el "fraude" en la matrícula que han detectado varias auditorías de la institución.

Para Mora, si un sistema electoral no trabaja con número de cédula, incurre en el riesgo de que haya fraude pues no se sabe quién está votando. Y lo mismo, dice, se aplica para el MEP, donde algunos centros educativos han inflado los números pues entre más alumnos reporten, más salario recibirá el director.

Actualmente, el sistema de matrícula en escuelas y colegios es manual y se registra solo el nombre y apellidos del estudiante. Los 943.138 alumnos que reportó el MEP para el curso lectivo 2018 es un estimado. ¿Quiénes son esos alumnos? ¿Los nombres son reales, inventados o se repiten? El ministro no tiene forma de comprobarlo, ya que el sistema no se lo permite.

La necesidad de una cifra real y precisa de la matrícula en el sistema educativo es indispensable, porque según el total de estudiantes reportados es que se asigna el presupuesto, se determina el abandono estudiantil, se define el salario a los directores y funcionarios y se determinan necesidades de infraestructura, entre otras cosas.

Para que esa cifra sea real, Mora anunció que se va a desarrollar un sistema de información "unificado" que se alimente con el número de cédula del estudiante (que el Estado asigna desde su inscripción en el Registro Civil), como ocurre actualmente en los servicios de salud de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), quienes actualizan los datos, incluso de menores de edad, solo con el número de cédula.

Este número único para cada persona y se compone del número de provincia, tomo, folio y asiento de la inscripción en el Registro Civil.

"Con el sistema actual en el que se registra solo el nombre, cualquiera podría inflar la matrícula, no sé si lo hacen, pero el riesgo es que pueden haber inflaciones de matrículas y eso tiene un costo económico. No solo eso, también pueden haber inflaciones en el comedor, en el sistema de transporte de estudiantes. Todo eso tiene un riesgo económico.

"A nivel de análisis del sistema, yo puedo sospechar muchas cosas pero nunca saberlas. Por ejemplo, que los niños que van a una escuela con horario disminuido tienen más probabilidades de excluirse. Además, no puedo darle trazabilidad al niño desde que entra al sistema educativo hasta que sale. El país ha dicho que lo más importante para él es la educación y no entiendo cómo ese mismo sistema hace cosas como esta: desaparecer a los niños su identidad individual", explicó el ministro.

¿Cuántos desertaron? Esto también se sabría

Para Mora, este será su mayor proyecto durante su gestión ya que, considera, "impactará la parte presupuestaria, académica y permitirá medir mejor la deserción y orientar de manera más eficiente los esfuerzos en educación".

Por ejemplo, actualmente un colegio reporta que tres alumnos dejaron las aulas después de vacaciones y ese es el dato que se toma para reportar la deserción nacional. Sin embargo, el sistema no sabe si esos alumnos se inscribieron en otro centro educativo o se fueron a estudiar en la noche o si de verdad dejaron de estudiar. Con el número de cédula el sistema podrá saber dónde está ese alumno.

"Los recursos que se invierten en educación son necesarios, pero están mal invertidos porque se están asignando con información imprecisa, manipulable, puede haber fraude", dijo Mora quien afirmó que están buscando una "alternativa tecnológica" para echar a andar el proyecto. Espera que sea en este año.

El ministro no descarta, incluso, solicitarle al Registro Civil entregar tarjetas de identidad a todos los niños en edad escolar. Actualmente, se les da a los mayores de 12.

Luis Bolaños, director del Registro Civil, dijo que para eso se necesita hacer una modificación a la ley, ya que esta estipula que las tarjetas de menores se dan a partir de los 12 años.

¿Cómo se registra actualmente a un estudiante?

Desde que el encargado del menor llena el papel de la prematrícula, hasta que el dato total de matrícula llega al ministro, el nombre del estudiante se digita hasta cinco veces.

Primero, se registra en la prematrícula, luego se vuelve a anotar a la hora de matricularlo formalmente.

Después, un funcionario ingresa el nombre en el Programa de Informatización para el Alto Desempeño (PIAD), en donde los docentes registran la información de los estudiantes.

Luego debe registrarse en la plataforma de Censo Escolar del Departamento de Informática del MEP.

El otro paso lo deben cumplir los 15 digitadores que trabajan en el quinto piso del edificio Rofas, en San José, donde están ubicadas las oficinas centrales del MEP.

Esos digitadores ingresan toda la información de nombres a un sistema y, con los datos ingresados, al ministro se le dice que por año hay cerca de un millón de estudiantes matriculados.

Mora dijo que, casi a mitad de año, él no puede confirmar el dato de la matrícula del 2018, puesto que los digitadores no han terminado de meter la información a la base de datos.

"La elaboración de la prematrícula y matrícula de cada centro educativo y de los grupos de alumnos por cada año escolar se realizaría dentro del mismo sistema informático, facilitando la labor de los docentes y padres que no tendrán que ir a hacer fila dos veces.

"Al contar con una única base de datos centralizada y custodiada en servidores del MEP no será necesario que las oficinas centrales soliciten a los centros educativos el envío de reportes, ya que se obtendría la información directamente de la base de datos centralizada", dijo el ministro.

Consecuencias de que los alumnos no se registren por su número de cédula
1-Duplicidades de matrícula, estudiantes fantasma e inflación de matrícula para tener acceso a más dinero del MEP.
2-Cargas de trabajo para docentes y directores al no tener que llenar reporte tras reporte de los mismos datos de estudiantes.
3-No poder dar un seguimiento al estudiante durante su trayectoria educativa.
4-No saber quiénes son ni donde están los niños y jóvenes que no estudian.
5-Ineficiencia de trabajo en las oficinas centrales del MEP y direcciones regionales por no tener acceso a una base de datos centralizada.
6-No disponer de información oportuna y veraz para la toma de decisiones.
7-Exceso de requisitos solicitados a los padres para hacer una matrícula que pudieran conseguirse con acceso a otros sistemas del Gobierno, y largas filas y tiempo perdido por matricular físicamente y no en línea.
Fuente: MEP