Qué un niño golpeé a otro constantemente, que le roben sus meriendas o lo ofendan por su contextura son situaciones que continúan presentándose en los centros educativos del país, pese a que desde el 2011 el Ministerio de Educación Pública (MEP) ha intentado erradicar este tipo de agresión.
Solo en lo que va del 2014 el MEP registra 123 casos denunciados formalmente, 87 menos que el año anterior. Sin embargo, la cifra duplica las denuncias acumuladas en el 2012.
Marilyn Jiménez, jefa de la Contraloría de Servicios Estudiantes del Ministerio, explicó que junto al Fondo de Nacionales Unidas para la Infancia (Unicef) iniciaron la revisión de los actuales protocolos para atender los casos de bullying. La idea es fortalecer las medidas que ya se aplican.
"Definitivamente la implementación de los protocolos sí ha surtido efecto. Pero es necesario seguir actuando, no se trata solo de publicar un documento", comentó Jiménez.
Los protocolos actuales buscan que el estudiante tenga la confianza de realizar la denuncia de su agresión y así recibir el apoyo de profesores y orientadores. Además de la identificación previa por parte del docente.
Para lograrlo el MEP se ha encargado de capacitar de forma paulatina a todos los docentes del país en aspectos generales sobre el bullying, cómo identificarlo y las acciones que deben de tomarse.
Jiménez explica que las medidas que se toman hasta el momento son correctivas. Sin embargo, los jóvenes entre 12 y 18 años podrían recibir sanciones de la Ley Penal Juvenil, siempre y cuando los padres y el escolar agredido inicien el proceso de denuncia formal.
El usentismo, la baja en el récord académico y apartarse del grupo de compañeros son solo algunas de las señales que pueden dar los menores víctimas del bullying.
"Es necesario conversar con los padres, investigar si es una causa institucional o fuera, trabajar con él alumno, reincorporarlo y hacerlo sentir seguro de que tiene docentes para hablar de estos temas", comentó.
De las denuncias recibidas este año, 42 responden a acoso verbal y ocho a "ciberbullying". Según Jiménez, este último tipo podría ir en aumento debido a la falta de control de los padres de familia en los dispositivos electrónicos y las aplicaciones que utilizan lo jóvenes.
En agosto, el Tribunal Contencioso Administrativo falló por primera vez a favor de una menor que sufrió de bullying por la indiferencia de un grupo de educadores del Colegio Técnico Profesional de Cartagena, en Guanacaste.