El mal estado en que se encuentra el Liceo José Martí, en Puntarenas, obligó al Ministerio de Educación Pública (MEP) a reubicar a 1.225 estudiantes de esa institución en la escuela Delia Urbina y en cinco aulas de la Iglesia católica, de esa misma provincia.
El acuerdo de traslado se tomó esta mañana entre los directores de los centros educativos, el director regional de Puntarenas, Omar Agüero y autoridades del MEP. Los estudiantes se reubicarán a partir del próximo lunes 21 de julio.
"No habrá que pagar ningún tipo de alquiler, sino que habrá colaboración para pagar la luz. Los guardas y conserjes también se trasladarán a la escuela", dijo el director Agüero.
Al Liceo José Martí asisten 875 estudiantes en horario diurno y 350 nocturno. El Ministerio de Salud ordenó el cierre de esa institución por el mal estado de las aulas, techo y el sistema eléctrico, que sobrepasa los 50 años.
En total, el acuerdo incluye que la escuela Delia Urbina prestará ocho aulas y se instalarán otras seis provisionales en un salón de actos. Otras cinco aulas las prestará la Iglesia católica de Puntarenas.
"Todas las aulas están en distancias cercanas. El proyecto cuesta alrededor de unos ¢500 millones, porque hay que cambiar el techo, las columnas y el sistema eléctrico", dijo el director regional de Puntarenas.
El contrato de reparación otorga un plazo de cuatro meses y medio para concluir con las obras.
Según la Dirección Regional de Puntarenas, el Liceo de Miramar también tenía fallas en su infraestructura, pero su reparación lleva un 60% de avance.