El Ministerio de Educación Pública (MEP) atacará la deserción escolar en cada uno de los 80 colegios donde hay más estudiantes que abandonan las aulas.
Su estrategia será focalizada, según anunció ayer el ministro Leonardo Garnier, en la conferencia de prensa donde anunció la reducción sostenida en ese indicador: se pasó de 7,2% de deserción en 2006 a 5% el año pasado.
Esos 80 colegios aún poseen tasas de abandono escolar que superan el promedio de 9,9%.
La estrategia, dijo Garnier, incluirá acciones para evitar que los estudiantes dejen la secundaria, el nivel donde más desertores hay.
“Vimos que no es suficiente una política general sino que debíamos atacar el problema colegio por colegio. La idea es trabajar directamente en esos 80 colegios en infraestructura, apoyo pedagógico, darles instrumentos musicales e implementos deportivos. Uno de los puntos clave es el apoyo a los muchachos que podrían desertar”, agregó el ministro.
A la baja. La deserción desde preescolar hasta secundaria, muestra una tendencia descendentes a partir del 2006, de acuerdo con los datos mostrados ayer por el MEP.
En ese periodo, Según datos del MEP, la cantidad de alumnos que dejaron los estudios pasó de 7,2% en 2006 a 5% el año pasado. Eso quiere decir que, entre 2006 y 2013, unos 23.505 estudiantes decidieron permanecer en las aulas.
El comportamiento de ese indicador ha sido más alto en secundaria; el año pasado fue de 9,9%.
Para Garnier, la baja responde a varias acciones del MEP como fortalecer los programas de equidad, cambiar las normas de promoción y repitencia, y reformar el currículo tratando de que las asignaturas sean más atractivas.
También, el ministro destacó la capacitación a los docentes, las mejoras en infraestructura y equipamiento.
Aunque Garnier reconoce los esfuerzos, Isabel Román, coordinadora del Estado de la Educación, considera importante tener datos segregados para ser más efectivos en el combate a este problema.
“No debemos perdernos en la lucha contra la exclusión educativa porque aún no la hemos ganado y es algo en que el país debe insistir”, advirtió Isabel Román.
El IV Informe Estado de la Educación menciona que la deserción escolar no obedece a una única causa como la socioeconómica.
En él también entran en juego el acceso al centro de estudio, la motivación, la calidad de los docentes y el embarazo en las jóvenes adolescentes.
“Encontramos que dentro de una misma región había colegios que estaban muy cerca pero tenían causas (de deserción) que podían variar de uno a otro. Ahí se planteó la necesidad de tener un conjunto de estrategias de combate a la exclusión educativa que primero sea por zonas y luego por colegios. Es decir, que sean trajes a la medida”, comentó Isabel Román.
Pulso. En respuesta a esa necesidad de acciones a la medida, el MEP tiene el proyecto Proeduca, que está en ejecución desde el 2013.
Este proyecto contempla una inversión de ¢13.000 millones para esos 80 colegios, cuya población asciende a los 55.000 estudiantes (representan el 15% de toda la matrícula de secundaria). Los fondos son del MEP y la Unión Europea.
Para Garnier, estos colegios son clave no solo por la cantidad de desertores sino por las razones que los llevan a ello.
“Si el proyecto de Proeduca puede impactar ahí, creo que esta tendencia a la baja superará estos ocho años”, declaró.
Esas secundarias están enlas regiones educativas de Guápiles, Limón, Sulá, Liberia, Santa Cruz, Nicoya, Pérez Zeledón, Heredia, San José, Alajuela, Cartago, Desamparados, Occidente, Aguirre, Coto, Grande de Térraba y Puntarenas.
Para este año, las metas de Proeduca se enfocan en dotar a los colegios de laboratorios, computadoras y pizarras interactivas.
También pretende entregar instrumentos musicales y equipo deportivo para convertir a los colegios en sitios más atractivos como centros de aprendizaje para los jóvenes.
El objetivo es incentivar otras destrezas más creativas e innovadoras, aparte de las académicas.
En infraestructura, Proeduca prevé realizar este año mejoras en zonas recreativas, anfiteatros, canchas multiuso y baños.