Mal inglés en escuelas y colegios fuerza a pagar clases privadas

Las clases de secundaria carecen de ejercicios de habla y escucha

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Las clases de inglés en la mayoría de escuelas y colegios públicos se imparten en español y se convierten en lecciones de comprensión de lectura, con textos que los alumnos ni leen.

Esas deficiencias impulsan a las familias a pagar clases privadas para que sus hijos opten por mejores oportunidades laborales y académicas.

De acuerdo con un sondeo de La Nación, los profesores a domicilio cobran, al menos, ¢40.000 mensuales por lecciones de una hora semanal. En instituciones privadas, el curso bimestral de inglés supera los ¢200.000, entre el pago de la matrícula y los libros.

Según el último informe del Estado de la Educación (2013), solo 3% de los colegios públicos enseña niveles altos de inglés.

“Lo que ofrece nuestro sistema educativo es insuficiente. Se concentra en enseñar comprensión de lectura, sin que se practiquen el habla y la escucha”, dijo Ana Campos, asesora nacional de Inglés, del Ministerio de Educación Pública (MEP).

Con ese panorama, no es extraño que luego de 11 años de educación primaria y secundaria, el 85% de jóvenes, entre 18 y 35 años, no sepa hablar inglés.

Nivel básico. En los exámenes de bachillerato del MEP, la nota promedio de los colegios públicos empeoró en Inglés, de un 83 en el 2000, a 69 en el 2014.

Algunos buscan lecciones privadas para pasar un examen; otros, para desarrollar habilidades que no aprenden en el aula.

“Hay papás que pagan la tutoría para que su hijo mejore en el habla y escucha porque en el colegio les enseñan a medias o el profesor solo les habla en español. La mayoría de estudiantes que tengo son de colegios públicos”, afirmó Norma Arrieta, profesora de Inglés a domicilio, en Santa Ana y Escazú.

En la única prueba que aplicó el MEP a los profesores de inglés, en el 2007 y 2008, la mitad obtuvo nivel intermedio, pese a ser graduados universitarios.

El Estado de la Educación (2013) señala que dos de cada tres docentes de Inglés del sistema público provienen de universidades privadas. En el país hay más de 50 universidades privadas que ofrecen esa carrera.

“Tenemos una educación gratuita, pero hay que cuestionar la calidad. Mi hijo está en noveno año de colegio y el inglés que recibe es pésimo. Si no lo llevo a clases los sábados, temo que en unos cinco años se le limiten oportunidades de conseguir mejor trabajo o una beca al exterior”, dijo Sandra Ortiz, vecina de San Isidro de Heredia.

Para Ana Campos, asesora del MEP, la cantidad de alumnos que recibe los docentes en las aulas (en algunos casos superan los 30) y las dificultades para el manejo del grupo, limitan la capacidad de mejorar el idioma.

Admitió que los estudiantes de centros públicos se gradúan con un nivel de principiantes, excepto en los colegios experimentales bilingües y técnicos que impartan carreras relacionadas con ese idioma o los que ofrecen bachillerato internacional.

Según el Estado de la Educación, los colegios bilingües experimentales apenas representan un 17%, ofrecen 10 horas semanales de ese idioma y hay materias que se imparten solo en inglés.

En Costa Rica, la mayoría de personas que habla inglés son hombres, de zonas urbanas y de clase media y media alta.