Los estudiantes de Limón y Guanacaste soportan la peor infraestructura educativa del país y los atrasos heredados por el gobierno anterior en la construcción de aulas dañadas por el terremoto de Nicoya, en el 2012.
El curso lectivo, que se inicia el lunes 9 de febrero, los recibirá con las mismas aulas en mal estado, con falta de servicios sanitarios y hay quienes no tendrán más que un toldo y un galerón para educarse.
De las 55 órdenes sanitarias graves emitidas por el Ministerio de Salud, el año pasado, 30 corresponden a centros educativos de esas dos provincias y, que a la fecha, no se han atendido.
El incumplimiento de estos señalamientos pone en riesgo el cierre de las instituciones.
Desde setiembre del 2012, solo se han reparado seis de 102 instituciones afectadas por el terremoto de Sámara, Nicoya.
La ministra de Educación, Sonia Marta Mora, señaló que la falta de planificación en la Dirección de Infraestructura del MEP, durante los últimos años, provocó este rezago.
Para este año, Infraestructura dispondrá de ¢73.500 millones de presupuesto, unos ¢34.500 millones más respecto al 2014.
“Se hará un inventario de todas las necesidades que hay en infraestructura y vamos a atender con prontitud las instituciones que se encuentran en estado crítico. Hay un rezago crónico en esta materia”, explicó Mora.
El Ministerio de Salud ha señalado a otras 236 instituciones con faltas moderadas y leves por ausencia de rampas, extintores, planes de emergencia y tanques de gas sin las medidas de seguridad correspondientes.
Nuevo líder. La ministra Mora anunció ayer que el ingeniero Wálter Muñoz será el nuevo director de Infraestructura del MEP, cargo que quedó vacante desde agosto del año pasado.
“El país no tiene un mapeo de las urgencias ni del déficit de aulas. Tenemos que empezar por corregir los problemas de articulación que hay en la dirección”, afirmó Muñoz.
El nuevo director comentó que esperan avanzar con la construcción de 16 centros educativos de la zona afectada por el terremoto, en Guanacaste y hacer reparaciones de centros educativos que se encuentren en mal estado.
Del presupuesto para infraestructura educativa, este año, se prevén ¢57.000 millones para la construcción de obras y realizar arreglos en las instituciones que se encuentran en mal estado.
El Sindicato de Trabajadores de la Educación Costarricense (SEC) criticó la lentitud con que ha operado el MEP en los últimos años para atender las necesidades en infraestructura.
“La falta de un inventario de infraestructura refleja el rezago. Es urgente la atención de las órdenes sanitarias que ha emitido el Ministerio de Salud”, dijo Gílberth Díaz, presidente del SEC.
El MEP no tiene un plazo fijo para la preparación de ese inventario de infraestructura.