Exrector del TEC admite fallo al no divulgarse resultado de satélite espacial

Julio César Calvo reconoce que no se le volvió a rendir cuentas a la sociedad costarricense sobre el final del proyecto

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Julio César Calvo Alvarado, exrector del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC), reconoció como un error no haberle dado divulgación pública al final de la misión del primer satélite espacial tico lanzado al espacio en el 2018.

Quien dirigió el TEC del 2011 al 2019, asegura que se cumplieron sus objetivos pero quedó en deuda con la opinión pública a falta de rendición de cuentas y, además, la publicación formal del aspecto científico de esta como eran los resultados de un estudio sobre fijación de dióxido de carbono en árboles con ayuda del satélite.

“El proyecto sí cumplió con desarrollar y operar un primer satélite centroamericano CubeSat y demostrar capacidades nacionales en la operación de estos. Además, desarrolló una misión científica de impacto”, comentó Calvo.

Como parte del estudio con los árboles, el equipo a cargo desarrolló cuatro sensores especiales para medir el crecimiento diario de árboles de melina plantados en la sede de la universidad en Los Chiles (Alajuela).

Una vez calibrados y programados, se colocaron los dispositivos en febrero del 2018 a unos arbolitos previamente plantados en julio del 2017. La idea era ponerlos en arbolitos con troncos de cinco centímetros de diámetro para ver cómo crecían en el tiempo.

Los dispositivos iban luego a pasar los datos al satélite cuando este pasara por Costa Rica y luego este remitiría los datos a la sede del TEC en Cartago.

“Era una prueba de concepto. Cuando el satélite se desprendió el 11 de mayo del 2018, los sensores empezaron a funcionar en la época lluviosa de la Zona Norte y nuestro temor es que el agua los afectara. De cuatro, uno se estropeó por el agua”, indicó.

Solo tres siguieron pero otro más falló en julio del 2018 cuando, agregó Calvo quien dijo textualmente: “ya el TEC entonces perdió interés desde el punto de vista de solidez estadística en el objetivo científico al fallar ese segundo sensor”.

De seis meses previstos de obtención de datos, se logró solo alguna información a lo largo de tres meses (mayo a julio) por ese desperfecto ocurrido en Tierra. Al final se consiguió información íntegra de siete días completos lo cual otorga una tasa de 10% de éxito en ese punto.

“Por eso de mayo a julio hay unas cuantas subidas y bajadas de paquetes de datos, en algunos casos porque esos sensores operaban bien o porque las antenas no hacían contacto con el satélite al pasar”, indicó el exrector.

Calvo tiene un maestría en hidrología forestal y silvicultura de la Universidad del Estado de New York y participó directamente en la misión científica del satélite.

Incluso asegura que el equipo a cargo de la misión remitió un borrador de artículo científico a una revista (no dijo cuál) desde donde fue devuelto con el pedido expreso de un análisis más extenso sobre la telemetría de la nave espacial y sobre lecciones aprendidas.

El borrador del artículo quedó listo hacia octubre del 2018 según comentó el propio Calvo pero admite que falló la divulgación pública de esta primera experiencia.

En el 2018, Calvo y su equipo enviaron un artículo científico a la Federación Internacional de Astronáutica sobre el Proyecto Irazú, como también se le conoce a la iniciativa satelital, con motivo de la conferencia anual de esa organización, celebrada en octubre, en Bremen, Alemania.

En el texto manifestaron que los datos del crecimiento de los árboles, humedad del suelo, variables meteorológicas y parámetros operativos de la nave, se publicarían “en un sitio web de fácil uso para promover la ciencia y la tecnología de generaciones futuras de Costa Rica”.

Hasta hoy, tal sitio web sigue sin publicarse.

Silencio

“La divulgación pública no se hizo, a mí me quedaba un año en la rectoría y el director del proyecto del satélite se fue a Inglaterra en diciembre de 2018 a estudiar. Había otras dos personas involucradas pero estaban con estudios, quedamos como en una pausa”, reconoció.

Según el exrector, se instauró así un silencio del tema hacia Costa Rica porque no se logró la meta de la divulgación popular lo cual hoy califica como un error ”porque no se le volvió a contar a la sociedad tica sobre el final del proyecto”.

“Lo lamento, posiblemente esto cause suspicacias. Esta duda válida debilita a los científicos porque no se están dando resultados. Se levanta la especulación de que no fue cierto o que fue un absoluto fracaso. No lo fue, fue un experimento pero el no brindar un informe público puede generar especulaciones nocivas”, admitió.

La Nación consultó al Tec por el costo del proyecto, por la escasa divulgación pública luego del 2018 y resultados de la experiencia.

El actual rector Luis Paulino Méndez señaló que supuestamente se referirán al respecto luego de Semana Santa al aducir, justamente, no tener a mano toda la información.