Educadores imparten clases sin refrescar conocimientos

Arrastran errores en manejo de grupo, uso de tecnología y contenidos del MEP

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Docentes jóvenes y veteranos de centros educativos públicos resienten la falta de capacitación para superar las debilidades de su formación universitaria o de conocimientos frescos para mejorar la enseñanza.

En los salones de preescolar, primaria y secundaria, los maestros afrontan grandes retos como tener que lidiar con grupos de 30 alumnos o más, uso de nuevas tecnologías o aplicación de adecuaciones curriculares.

Frente a estos desafíos, muchos acusan errores en técnicas pedagógicas y un débil dominio de los programas de estudio del Ministerio de Educación Pública (MEP), los cuales fueron cambiados en el 2013 sin un adecuado entrenamiento para los educadores.

“Hay que dar un golpe de timón para poner el tema de la capacitación de docentes en el corazón de la agenda educativa. Estamos operando de forma muy tradicional y nos estamos quedando en el siglo pasado en el tema de formación docente”, admitió la ministra de Educación, Sonia Marta Mora.

Carencias. Según los III y IV informes del Estado de la Educación, Costa Rica carece de un plan integral para formar a los docentes, pese a que invierte más de ¢100 millones anuales en el Instituto de Desarrollo Profesional (IDP) Uladislao Gámez, en San José.

Los investigadores del Estado de la Educación señalan que los talleres del Plan 200, una propuesta del MEP para fomentar la actualización profesional de sus funcionarios, resultan insuficientes y cuentan con escasa participación.

De hecho, solo un 40% de los educadores asiste a esos cursos y de los participantes, solo el 20% afirma llevar el conocimiento adquirido a sus clases.

Los talleres que ofrece el Ministerio consisten en sesiones que duran menos de cinco días y no se les da ningún tipo de seguimiento.

“Uno está desfasado con los programas de estudio y se empeñan en talleres muy débiles y no en contenidos urgentes como legislación y manejo de grupo y adecuaciones curriculares”, se quejó Laura Esteban, docente del Liceo Mauro Fernández, en Tibás, San José.

“No nos capacitan. Si uno quiere renovar conocimiento tiene que pagar por fuera”, sostuvo.

Sin embargo, la falta de tiempo y dinero para pagar cursos privados también son barreras para que el maestro pueda renovar la forma como imparte sus lecciones.

Mal resultado. Los investigadores del Estado de la Educación anotan que un docente mal preparado se traduce en fallas en el proceso de enseñanza y desmotivación del alumno para escuchar al maestro.

“Es difícil dar clases con las nuevas generaciones. Todo cambió y seguimos con técnicas de la vieja escuela. Nos dan asesorías, pero son temas muy aislados y en materias que no son tan relevantes”, dijo Luis Montoya, profesor de Estudios Sociales desde hace 27 años.

Desde el 2011, la Contraloría General de República llamó la atención al MEP sobre la falta de capacitación de su planilla docente y la poca participación de los profesores en los talleres de formación.

“De los 762 docentes entrevistados de 84 colegios académicos diurnos y nocturnos de todo el país, el 80% indicó que el Plan 200 ha contribuido poco o casi nada a mejorar los procesos de enseñanza”, señala el informe de la Contraloría.