Colegiales de Pacayas venden ¢8 millones al mes en negocio de queso que hasta excedentes les deja

Liceo es ejemplo de lo que significa aprender haciendo.Tienen cerdos, gallinas y ganado; obtienen 600 litros de leche al día para hacer queso, yogurt y mantequilla, bajo la marca Del Cole

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Queso, yogurt y huevos, todos bajo la marca Del Cole, son el resultado de las prácticas que realizan los estudiantes del Colegio Técnico Profesional de Pacayas, en Alvarado de Cartago, quienes se organizaron en una cooperativa del mismo centro educativo para colocar sus productos en el mercado local.

Por mes, Coopecopa, administrada por alumnos, docentes y Junta Administrativa del colegio, vende al menos ¢8 millones solo en queso que llega a restaurantes y negocios, además del que se comercializa en las propias instalaciones del liceo, hasta donde llegan muchos clientes.

Según Luis Quirós Montero, alumno de duodécimo año y presidente del Consejo de Administración de la cooperativa, el dinero de las ventas alcanza para el mantenimiento de la infraestructura del centro educativo, pago de colaboradores del negocio, mantenimiento de la planta de procesamiento de los productos lácteos y materia prima. Además, los fondos permiten ayudar a alumnos de bajos recursos e incluso repartir excedentes entre los estudiantes y funcionarios que son socios de la cooperativa.

“A mí la primera vez que me entregaron excedentes fue en el año 2018, un total de ¢7.500; al año siguiente, ¢14.500 y después ¢21.000. Por mi cargo, a mí me toca firmar papeles, aprobar proyectos, incentivar nuevas ideas para el bien de la cooperativa; todo pasa por mis manos, si no firmo, no se puede hacer nada.

“Esta experiencia es muy inspiradora. Cuando salga, puedo montar mi propia empresa; la responsabilidad es algo muy fuerte que nos inculcan aquí, tengo que pensar como hombre de negocios”, expresó Montero, quien estudia para ser Técnico en Producción Agrícola y Pecuaria.

El joven se prepara ahora para dejar en orden las cosas en la cooperativa y entregar el puesto a otro alumno ya que este es su último año en el CTP.

De los cerca de 1.000 estudiantes que tiene el colegio, 110 son socios. Se puede ser parte de la cooperativa mientras se está matriculado o laborando en el colegio y se aporten ¢4.000 al año, los cuales se les retribuyen en excedentes cada diciembre. En esta cooperativa, además, se venden uniformes, fotocopias, almuerzos y meriendas para alumnos o particulares con servicio exprés.

Los administradores de Coopecoba son las docentes Marcela Alpízar, que figura como gerente, y Liliam Leandro Aguilar, con ayuda de los alumnos. El proyecto nació hace 10 años con servicios para los estudiantes, pero luego comenzó a crecer al mismo tiempo que se enriqueció la experiencia.

Aprender haciendo

El CTP de Pacayas está ubicado en una finca de 13 hectáreas. Imparte especialidades como Producción Agrícola y Pecuaria, Agroindustria Alimentaria, Operaciones de Empresas, Turismo Rural y Contabilidad.

En la finca, los alumnos aprenden haciendo; ahí tienen cerdos, gallinas y ganado de la raza Jerseyqueproduce 600 litros de leche al día. Pagan a una persona para el ordeño a las 2 a. m. y a las 2 p. m.

Los alumnos participan en el proceso de ordeño, pero principalmente en el traslado de la leche a la planta agroindustrial y su transformación en subproductos con la marca Del Cole, como queso, yogurt, chicharrón de queso, natilla o mantequilla.

Del Cole se inscribió en plena pandemia, en setiembre del 2020, y sus productos tienen todos los permisos y registros sanitarios correspondientes.

Mario González, director del CTP, explicó que el objetivo primordial de la finca y el negocio es que los alumnos aprendan sobre producción y manejo empresarial, mercadeo y agroindustria alimentaria.

“El hecho de ver qué se produce, cómo se comercializa y cómo genera dinero hace que los alumnos tengan otra mentalidad; cuando salen de aquí, muchos terminan siendo emprendedores o colaboran en proyectos de su familia, ya que esta es una zona agrícola y pecuaria”, afirmó González.

Aunque son jóvenes, los alumnos de este CTP ya experimentaron, durante la pandemia, los apuros que sufre una empresa durante una crisis económica. La falta de clases presenciales redujo las ventas, pero fue entonces cuando buscaron otras novedades como ofrecer servicio exprés y lanzar su marca registrada Del Cole.