Pese a que el precio de los combustibles bajó este año, la factura mensual de las busetas escolares se mantiene o es más cara que al año anterior.
Las empresas de transportistas justifican el aumento en gastos operativos y pago de salarios de los choferes, mientras que las familias reclaman la falta de regulación en los precios del transporte escolar.
En un sondeo de La Nación , los transportistas privados aseguran que la tarifa depende de la distancia y del colegio para el prestan su servicio. La tarifa más baja por 10 kilómetros de viaje, ida y vuelta, es ¢19.000, mensuales, por estudiante.
Álvaro Sagot, representante del gremio de transportistas de estudiantes, dijo que el Ministerio de Educación Pública (MEP) pagará menos, este año, por las 171 rutas adjudicadas.
Según Sagot, la fórmula de cálculo del MEP considera las bajas y alzas en los combustible. Sobre el negocio privado, reconoció que responde a un contrato entre el chofer y el padre de familia.
“Hace falta un canon de regulación de los precios de transporte escolar, que permita precios más razonables. Tenemos ocho años de esperar un modelo tarifario razonable de la Aresep sin que hasta la fecha, cumplan”, manifestó Sagot.
La vocera de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), Carolina Mora, confirmó que se han presentado dos propuestas de regulación para el transporte de escolares, en los últimos años, sin que hayan llegado a un acuerdo. Aresep esperará directrices del MEP para plantear una nueva propuesta.