900 alumnos de Cartago regresan a escuela que se inunda y se llena de goteras

Hacinamiento y cloacas que se rebalsan son parte de las quejas. Solo hay dos baterías de baños para los casi 1.000 inquilinos entre estudiantes y personal

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Sus 83 años ya dejan marca. Cielorrasos, pasillos, ventanas, paredes evidencian el deterioro de décadas de atender clases y juegos de miles de niños, pero además delatan el abandono y la falta de mantenimiento.

La Escuela Carlos J. Peralta Echeverría, en Guadalupe de Cartago, recibirá, como cada año, más de 900 estudiantes y 80 funcionarios, entre maestros y administrativos.Fue fundada en febrero de 1886 pero el actual edificio fue inaugurado en 1939.

“Tenemos la infraestructura muy, muy deteriorada, lo que provoca hacinamiento. Hay aulas que se inundan cuando llueve, al igual que las cloacas y zanjas que pasan debajo del salón de actos y provocan malos olores en toda la institución, dado que no se cuenta con un sistema de drenaje acorde ni con ventilación”, se quejó Teresita Cubero Maroto, directora de la institución.

La estudiantes y trabajadores sufren por la gran cantidad de goteras, los cielorrasos en muy mal estado y pisos dañados por la carga de agua que reciben cuando se inunda. Ratas, chinchas y comején también conviven en el centro educativo.

Los padres ya saben que cuando llueve fuerte, tienen que acudir casi de inmediato a recoger a los niños para que no se mojen, o por las goteras o por la inundación.

“Otra de las preocupaciones es la parte eléctrica, que está también en completo deterioro,desde hace muchos años y las aulas son muy pequeñas donde están grupos de 28 a 30 estudiantes”, añadió la directora.

A la lista de preocupaciones se suma que haya solo dos baterías sanitarias que comparten alumnos y personal.

Según dice Teresita Cubero, desde el 2017, cuando llegó a la institución, ha trabajado de cerca con el Ministerio de Educación Pública (MEP) y el Ministerio de Salud. El año pasado, incluso los visitaron para ver si podían ser candidato a un crédito con este nuevo gobierno, pero no se ha dado el contenido presupuestario

“También falta el traspaso del terreno por unas firmas que se requieren de la señora ministra pero hasta ahorita acaban de nombrar la nueva directora de la DIE (Dirección de Infraestructura Educativa)”, explicó.

Este presupuesto que ingresaría, en todo caso, solo permitiría realizar arreglos paliativos porque lo que se requiere, según la directora, es una demolición de la infraestructura y levantar una nueva.

El nuevo curso lectivo comenzará lleno de necesidades pero con la esperanza de que puedan ser atendidas.

De acuerdo con las manifestaciones de la ministra de Educación, Anna Katherina Müller, hay 722 escuelas y colegios con órdenes sanitaria; 68 de esos incluso tienen orden de cierre, desalojo y demolición.

Müller asegura que tienen planes para atender todos los casos, pero difícilmente será en 2023, según los proyectos anunciados durante la presentación de la llamada Ruta de la Educación.