“Él sabe que tiene dos mamás; lo sabe el centro educativo, las familias de sus compañeros, nuestras amistades.... No hay nada que ocultar y la transparencia es muy importante”, aseguró Ana Cristina, madre de un niño de 7 años.
Pese a que las familias homoparentales se esmeran para que sus hijos estén preparados ante eventuales burlas y rechazos, el Ministerio Educación Pública (MEP) también diseña sus estrategias para evitar este tipo de discriminación en el aula.
“En la promoción de la convivencia, el tema de la diversidad y el respeto a las diferencias es fundamental. Se ve como un recurso que enriquece el aprendizaje. Todo centro educativo tiene que garantizar el derecho a la educación sin discriminar por la condición de la familia”, explicó Irving Fernández, coordinador del programa Convivir, del MEP.
Para la doctora Julia Fernández, presidenta de la Asociación Costarricense de Pediatría, lo más importante es que el niño crezca en un ambiente sano, en donde el amor sea la herramienta básica en cada etapa del desarrollo.
“En caso de que el niño sufra de algún tipo de burla o maltrato, el centro educativo tiene el deber de activar el protocolo de atención y de frenar este tipo de discriminación”, concluyó el coordinador del Ministerio de Educación.