En playa Sámara de Guanacaste, Patsy Samuels saca adelante a sus cinco hijos con una venta de pulseras y el rice and bean s a todo galillo. Ese es uno de los 36.000 empleos informales que sostienen la economía de familias negras en Costa Rica, según el Censo 2011.
Ese escenario forma parte del retrato étnico que cada 31 de agosto celebra el Día del Negro.
La población afrodescendiente que labora en el país suma 137.000 trabajadores. De ellos, un 56,6% trabaja en empresas privadas. En esas compañías asumen puestos temporales como vendedores, peones de construcción, limpieza, guardas de seguridad, entre otros.
En el país, la población negra representa un 7,9% del total de habitantes; es decir, unos 334.000 afrodescendientes distribuidos en las siete provincias.
El Censo 2011 reveló que San José es la provincia que registra mayor número de negros. El efecto migratorio de esta población es sinónimo de limitación de oportunidades y de búsqueda del empleo para el sostén de sus hogares.
“Existe el prejuicio de que los negros somos solo de Limón. La población negra no tiene miedo a la migración porque anda en busca de mejoras y cuando ve limitadas sus oportunidades, busca cómo salir adelante”, dijo la economista y política Epsy Campbell.
El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Olman Segura, afirma que los empleos informales implican el irrespeto a las garantías mínimas como pago de aguinaldo, vacaciones y seguro social.
“Nosotros migramos de Limón porque allá la cosa estaba más dura. Cada vez es más difícil ser pobre”, agregó Patsy Samuels.
Los primeros negros llegaron a Limón hace más de 500 años, provenientes de África. Luego, en 1872 y con la construcción del ferrocarril al Caribe, creció el número de inmigrantes desde Jamaica.
Limitaciones. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el 33,75% de la población negra asegura que sus necesidades básicas están limitadas.
Mientras un 12% de la población del país no está asegurada, el porcentaje de los negros sin seguridad social llega a un 16%.
“Limón tiene una riqueza cultural enorme. Tenemos muchas fortalezas, pero no hemos podido sacar provecho. Hay discriminación y hay que luchar por combatirla”, expresó la exdiputada y politóloga Yalile Esna.
Casi la mitad de la población negra del país (48%) habita en viviendas cuyo estado es malo o regular; un 8,6% no tiene televisor en su casa y unos 247.000 (73,92%) no tienen acceso a Internet.
Respecto a la discriminación, el racismo y el desarrollo de la población negra, la Defensoría de los Habitantes criticó la falta de acciones y de políticas eficientes. Fustigó el estancamiento de programas como “Limón: Ciudad Puerto”.
“Se debe dar una respuesta a estas comunidades tomando en cuenta que han ocupado tradicionalmente estas tierras. Su modo vida y cultura están vinculados a ellas y a sus recursos ”, manifestó la defensora Ofelia Taitelbaum.
Al final del día, Patsy Samuels lleva sustento a su familia. Mientras tanto, la falta de acciones políticas en favor de esta minoría son tareas pendientes.