Las tensiones entre Costa Rica y Nicaragua se agudizaron ayer, luego de que la presidenta, Laura Chinchilla, calificara como “un desprecio más a la soberanía” el interés de esa nación de concesionar trechos de mar que pertenecen al país para explotación petrolera.
Las declaraciones de la mandataria se dieron en Nicoya un día después de que el canciller, Enrique Castillo, hizo la denuncia.
Chinchilla respaldó al diplomático y agregó que “don Enrique fue muy claro y muy contundente en las expresiones que utilizó para calificar el acto como un abuso, como un exceso y como un desprecio más a la soberanía de nuestro país”.
En Nicaragua, juristas especializados y el exembajador en Costa Rica, Mauricio Díaz, aseguraron que la queja costarricense no tiene fundamento.“No sería extraño que esto sea parte de una estrategia, aunque formalmente no tenga ningún asidero legal”, dijo Díaz.
La molestia de Chinchilla fue patente y recalcó que es “muy claro que Nicaragua prácticamente está vendiendo su país. Si ellos quieren hacerlo con su país, que lo hagan , pero que respeten los límites y la soberanía de Costa Rica”.