El presidente de la Refinería Costarricense de Petróleo (Recope), Litleton Bolton, es el único negro que, a la fecha, labora en un mando ejecutivo en uno de los tres poderes de la República.
Ni diputados ni ministros ni magistrados llevan en sus filas de liderazgo a políticos de etnia afrodescendiente.
Durante la administración Chinchilla Miranda, la única afrocaribeña del gabinete fue la defensora de la Mujer, Maureen Clarke, quien renunció a este Gobierno para unirse a las filas de la campaña electoral del 2014 como candidata a diputada por Liberación Nacional.
Para esta minoría, los puestos de poder para la toma de decisiones son una barrera más que se combina con la falta de lucha de este sector para defender sus garantías de representatividad.
“Hay una construcción de una identidad blanca y no existe ningún interés particular de incluir a sectores que no formarán parte. También está el prejuicio de que solo servimos para hacer deporte, ser artistas y que no tenemos la inteligencia para la toma de decisiones”, expresó la exdiputada del PAC, Epsy Campbell.
Ella reconoció que existe falta de empoderamiento de un sector que ha sido discriminado y que no reclama de la manera más efectiva de sus derechos.
El Censo 2011 revela que solo unos 16.600 negros se dedican al trabajo en instituciones públicas, lo que equivale a un 12,13%.