Juan Fernando Lara .
De 3,5 a 4,5 gramos. Ese es el rango de peso para cada una de las 1.228 bolitas involucradas en sorteo de la lotería navideña del domingo.
El proceso, iniciado el martes, concluye hoy en la Junta de Protección Social (JPS), en San José, debido al protocolo de verificación y seguridad que implica.
Hay 100 bolitas para los números, 1.000 para series y 128 de premios, explicó Gustavo Muñoz Araya, jefe de la Sección de Sorteos de la JPS.
Cada sorteo implica un levantamiento de actas frente a varios funcionarios de la entidad para asegurar transparencia y condiciones similares entre cada sesión de juego, señaló Araya.
Es por eso que las bolitas se guardan en bolsas con sellos plásticos de seguridad, utilizados una única vez para guardarlas.
Entre cada juego, las tres bolsas que las contienen descansan en bóvedas de seguridad, localizadas en áreas de acceso restringido donde, aparte de los ojos de varios oficiales, también vigilan las lentes de algunas cámaras de video.
“Nuestro afán es la transparencia y asegurar que las condiciones de cada sorteo sean exactas a las del anterior”, afirmó.
Las bolitas que rebotarán el domingo en las esferas son de madera de boj, un tipo de abeto español. Su viga, en particular dura, resiste mejor el desgaste de anunciar la fortuna a desconocidos varias veces por semana.
Allí reside la necesidad de asegurar su peso, uno de los factores que podría contaminar el juego.
La pérdida de pintura, la humedad y el deterioro por el uso, señaló Muñoz, obligan a pesarlas y levantar actas que certifiquen el peso idóneo de cada una.
Si alguna incumple (se usan básculas de precisión, como las de los laboratorios químicos), se retira y otra con el valor correcto asume su lugar. En esta parte del sorteo, nada queda al azar.