APM Terminals evita precisar fechas para comienzo de obras

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Paul Gallie, director regional de la compañía holandesa APM Terminals, no se atreve a dar una fecha para el inicio de las obras de construcción de la nueva terminal de contenedores en Moín, Limón.

En principio, la empresa de capital holandés pretendía comenzar los trabajos en setiembre, pero el atraso en la obtención de la viabilidad ambiental –por parte de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena)– no le ha permitido construir.

Al respecto, Gallie manifestó que no sabe cuánto podría tardar la obtención de los permisos. “Eso deben preguntarlo a la Setena”, afirmó el ejecutivo.

No obstante, el personero expresó que están tranquilos y a la espera de que el asunto progrese.

“Un proyecto de esta importancia debe pasar por todos los filtros posibles. En un megaproyecto siempre hay problemas; por eso no estamos preocupados”, exteriorizó el representante de la empresa.

Añadió que personeros de la concesionaria mantienen reuniones semanales de seguimiento en Setena para aclarar dudas o aportar más detalles con respecto al estudio de impacto ambiental.

Gallie defendió la calidad del informe presentado a las autoridades, el cual se realizó en un periodo de 12 meses.

“En el estudio de impacto ambiental participaron consultores internacionales, costarricenses y un equipo interno de APM Terminals. Se hizo bajo criterios profesionales y responsables”, indicó.

Según APM Terminals, los estudios técnico-ambientales fueron elaborados por las empresas H2M Hill, CCT y Walsh y tuvieron un costo de $3 millones.

Este proyecto pretende construir un muelle de 80 hectáreas sobre el mar, en Limón, para acelerar el proceso de exportación e importación de contenedores. El puerto cuesta $1.000 millones.

A diferencia del actual puerto de Moín (bajo administración de Japdeva), la TCM tendrá 15 metros de calado (profundidad) y capacidad para atender naves llamadas “post-Panamax”, embarcaciones que transportan hasta 8.500 contenedores.

Por su parte, Allan Hidalgo, presidente de Japdeva, declaró: “Este miércoles, la Setena estuvo durante dos días en Limón reconociendo la zona para observar la viabilidad ambiental de la TCM y del camino de acceso”.

“La Setena se toma su tiempo, lo cual es saludable porque evidentemente es un asunto que genera controversia; pero lo que estudia hasta ahora es positivo”, añadió Hidalgo.

A su vez, Pablo Bermúdez, jefe del Departamento de Estudios de Impacto Ambiental de la Setena, prefirió no dar plazos pues el expediente “es muy grande”, dijo.