Agüizotes con lotería y chinamos calientan ventas navideñas

Negocios ofrecen pasitos con precios que van desde ¢2.500 hasta ¢150.000

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La tradición de armar el pasito navideño en los hogares motiva a los chinameros a levantar las cortinas de sus negocios desde octubre, para ofrecer lana, aserrín, figuras en cerámica y guirnaldas.

Los precios de los pasitos oscilan entre ¢2.500 y ¢150.000 y despiertan el interés de familias que aprovechan estos fines de semana para adelantar compras de diciembre.

Con la cercanía del fin de año, los chanceros también empiezan a gritar a todo galillo los números del gordo navideño y a lidiar con todo tipo de agüizoteros.

“La gente compra su fecha de cumpleaños. El 14 por ser este año el día del sorteo. Es un puro vacilón y uno es un agüizotero también porque llevo 25 años de vender lotería en esta esquina de San José”, manifestó el chancero Jimmy Murillo.

El premio mayor del gordo de la lotería navideña pagará este año ¢1.400 millones por entero, ¢200 millones más que en el sorteo del año anterior y el precio de cada fracción es de ¢1.750.

Evitar carreras. Hay familias que prefieren comprar lotería y adornos desde ya, para ahorrarse las filas de noviembre y diciembre.

“Todos los años compramos figuritas nuevas para decorar el portal y hacerlo más grande. Eso es lo esencial de la Navidad y nos gusta hacerlo con tiempo, para no andar en carreras.”, dijo Luz Marina Chaves, de Guápiles.

Sergio Quesada lleva seis años de abrir las puertas del negocio llamado El Mejor Chinamo del Mundo, ubicado en Guadalupe. El local es familiar y lo administra desde las 7 a. m. hasta las 11 a. m., con su esposa, hijos y sobrinos.

“Lo más bonito de este negocio es ver a las familia comprar, las sonrisas de los chiquillos cuando escogen las figuras para el portal o cuando ven una figura de san Nicolás que baila”, expresó Quesada.

Este tipo de locales de ventas navideñas se encuentran en Curridabat, al lado de la tienda Yamuni; en Guadalupe, cerca de la iglesia; en el Mercado Central de San José, en Alajuela; junto a la terminal de autobuses Tuasa, y en Cartago, por las Ruinas.

Todos los años, los comerciantes importan novedades en su lista de productos para sorprender a los clientes: desde luces navideñas hasta adornos con música.

“Tenemos farolitos con música, muñecos que cantan y bailan. Todos los años hay que traer cosas nuevas para que el negocio sea atractivo”, añadió Quesada.

Según los comerciantes, a mediados de noviembre empezará la venta de árboles de ciprés y coronas decoradas para el Adviento.