A unos pasos del redondel, Las Rosas hieden a orina y tabaco

Personas que van a festejos de fin de año usan este vecindario para sus necesidades

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Cada año con las fiestas de Zapote, el olfato, la vista y la paciencia de los vecinos en la urbanización Las Rosas, son sometidos a pruebas.

Ese asentamiento de unas 50 casas conecta a menos de 25 metros con el redondel de toros por una calle que cada día se llena de orines, heces, colillas de cigarro, vómitos y, obvio, desconocidos sosteniendo sus partes íntimas en plena vía pública mientras alivian la vejiga.

Estos son los principales problemas referidos por vecinos de la urbanización quienes reclaman más atención de las autoridades a un problema “de todos los años”.

“Mire, hemos encontrado hasta a parejas alcoholizadas teniendo sexo en esta calle y como esto no es oficialmente parte del redondel, nosotros sentimos mucho desamparo”, afirmó Mario Solís Chaves, un comerciante vecino del lugar desde hace más de 30 años.

Ayer, en un recorrido de este diario antes del mediodía, un hombre bajó de un carro recién estacionado y se puso a orinar en el caño mientras mujeres y niños iban y venían a su alrededor.

“Hace tres años instalamos portones con llave porque se nos metían los borrachos a las alamedas a hacer sus necesidades. Viera esto de noche, se sientan ahí en los caños a comer y dejan toda la basura y las chingas de cigarro por todo lado”, refirió la enfermera pensionada Anabelle Jiménez Salas, señalándo con el índice una acera del lugar donde ha vivido por 27 años.

Otros residentes opinan que el problema de los excrementos lo agrava el cobro de ¢500 por usar los baños en la zona de fiestas. Incluso en la periferia del redondel hay anuncios de particulares ofreciendo el servicio de inodoro por ¢300.

“Como todo eso se cobra, hay quienes, con unos tragos, no les da la gana pagar y se vienen por esta zona buscando cualquier esquina donde orinar o fumar y nadie hace nada porque sucede fuera de la zona de los juegos”, dijo Solís.

Escapa a sus poderes. Rodolfo Fonseca, presidente de la Comisión de Festejos en el sector de Zapote (la Comisión no se ocupa del área de Curridabat), argumentó que escapan a su control las malas costumbres de la gente que “sencillamente se orina donde sea” y que cada denuncia que reciben es atendida.

Fonseca admitió que deben limpiar dos o tres veces al día la zona donde los toreros improvisados esperan para ingresar al redondel debido a los orines, lugar que está a unos 30 metros de la calle de ingreso a la urbanización afectada.

“Usted puede poner todas las cabañas sanitarias que desee y hay quien nunca las usará si hay alcohol”, refirió Fonseca, quien defendió el cobro para usar las estaciones sanitarias al ser parte del negocio de las fiestas y por necesidad de cuidar y asear las unidades en uso.

Priscilla Herrera, representante del Ministerio de Salud para los Festejos, afirmó que tampoco pueden limitar el fumado en las cercanías de La Rosa, al ser vía pública.

“Hemos coordinado con Fuerza Pública para dar desde esta tarde más presencia policial a la entrada de esa comunidad para mitigar las incomodidades. Incluso, se dispuso que los oficiales concluyan su labor a las 2 a. m.”, prometió Herrera.

Johnny Quesada, presidente de la Asociación de Chinameros de Curridabat, también prometió que su grupo removerá, hasta el 8 de enero inclusive, la basura que se acumule cada jornada cerca de La Rosa; incluido el lavado de los caños y aceras “aunque eso no nos corresponde, ya que eso le toca a la municipalidad”, afirmó.