200 familias soportan mal olor de aguas negras en condominio

Denuncias vienen desde el 2011 sin que los vecinos reciban soluciones

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Cuando compraron la casa, nadie esperaba que los malos olores surgieran con el paso de los días.

En la venta, tampoco hubo advertencias sobre la falta de una planta de tratamiento para aguas residuales, que ahora es el dolor de cabeza para unas 200 familias del condominio Vila del Lago, en El Coyol de Alajuela.

Aunque los vecinos están satisfechos con el diseño de sus viviendas, los olores que deben soportar y la contaminación de una quebrada han generado molestia y denuncias ante las instituciones públicas, desde el 2011.

“Nos mintieron diciendo que todo estaba en regla. El proyecto se aprobó con tanque séptico, pero de manera tardía se descubrió que los suelos no son aptos para este sistema. Se necesita la construcción de una planta de tratamiento”, manifestó Ricardo Ortiz, vecino del residencial.

Ante el malestar y las quejas presentadas, el Ministerio de Salud emitió el 1°. de julio del 2013 una orden sanitaria que obliga al desarrollador a suspender cualquier tipo de construcción hasta que no se coloque una planta de tratamiento para aguas negras.

El oficio otorga un plazo de seis meses para que el encargado de la obra conecte las viviendas a una nueva planta de tratamiento. Sin embargo, el director del proyecto, David Segura, apeló la orden de Salud y se niega a la construcción de una nueva planta.

“No tengo por qué construir una nueva planta; cuento con todos los permisos y ya hice una en un lote aledaño. No puedo conectar las casas sin la aprobación del cien por ciento de los condóminos. Si los vecinos me lo permiten, mañana mismo inicio”, indicó el director Segura.

Acueductos y Alcantarillados (AyA) considera inviable la conexión de las casas a la planta actual y exige la construcción de una nueva, puesto que la que existe se prevé para otro condominio que lleva el nombre Vila del Coyol, a cargo del mismo desarrollador (GVL Akary, Grupo Vila).

Insalubre. Un informe presentado por el ingeniero Bernardo Mora y regente ambiental de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) advierte sobre riesgos en seguridad y salud de los vecinos que habitan en Vila del Lago.

“Las unidades utilizadas en este condominio no son un sistema adecuado para el tratamiento de las aguas residuales de los afiliados, dado que presenta problemas técnicos y un impacto ambiental y para la salud”, concluye Mora, en el estudio del 2012.

La Unidad de Rectoría de la Salud de la Región Central Norte también señala que, tras pruebas de coloración en el agua, se comprueba la mezcla entre las aguas residuales y pluviales.

“Algunos de los tanques se observan saturados de excremento humano y están ubicados en la cochera de las casas, de donde salen los malos olores, que podrían causar daños a la salud de las personas”, dice el informe elaborado por la doctora Marianela Ramírez.

En el historial de denuncias, el condominio recibió quejas del residencial aledaño Sierra Morena, por los malos olores que vienen de las casas de Vila del Lago.

“Pese a todos los esfuerzos que se han hecho, el desarrollador no ha iniciado ninguna acción para solucionar el problema. Nos preocupa que llegue la hora en donde él se vaya y nos deje con todo el problema a nosotros. Muchos estamos pagando la casa en los bancos y no nos podemos ir”, indicó el vecino Ricardo Ortiz.

El director del proyecto David Segura justificó que estas denuncias responden a un pequeño grupo de vecinos que están inconformes y que hacen bulla.

“La orden sanitaria está en apelación desde hace 15 días, porque no estoy incumpliendo nada. La nueva planta que dicen que está prevista para condominio Vila del Coyol costó $250.000 y sería una coadministración; si conecto esas casas, ahí termina el problema”, afirmó el Segura. Entre el vaivén de documentos y palabras, los vecinos soportan el mismo olor, sin soluciones que respondan a su demanda.

“A mí me da vergüenza abrir la puerta del baño de mi casa; el olor es insoportable y no vemos el día en que esto se solucione”, dijo la condómina María Rosa Otálvaro.