‘Ucrania quiere la paz pero está lista para la guerra’

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Kiev. AFP Ucrania está comprometida con el proceso de paz iniciado con los separatistas prorrusos, pero se está rearmando para una nueva posible guerra, advirtió ayer el presidente Petro Poroshenko.

“Ucrania está firmemente comprometida con el plan de paz”, aunque está dispuesta a enfrentarse con una ofensiva rebelde en caso de un “escenario pesimista”, declaró el presidente al inicio de una reunión de su consejo de seguridad nacional y de defensa.

Las regiones del este ucraniano prorruso celebraron unos comicios el domingo, cuyo resultado fue reconocido por Rusia, pero fueron criticados internacionalmente.

Ucrania y los rebeldes firmaron un plan de paz a mediados de setiembre , destinado a poner fin al conflicto armado que ha dejado más de 4.000 muertos desde abril.

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La votación del domingo fue “una violación grosera” de ese acuerdo, denunció Poroshenko, que ahora quiere introducir “correcciones” a los compromisos de su gobierno.

Autonomía en peligro. De ser necesario, Ucrania decidirá eliminar una oferta de autonomía, pieza central del acuerdo de paz, explicó.

También podría invalidar la propuesta de unas milicias populares en esas regiones, que permitiría simultáneamente amnistiar a parte de los combatientes enemigos.

Por lo pronto, Ucrania se prepara para choques generalizados, en una región que ya está viviendo una situación bélica a diario, con intercambios de obuses. “Estamos obligados a no dejar crecer este tumor canceroso”, amenazó.

Al mismo tiempo, Kiev anunció que le pagó al gigante ruso Gazprom $1.450 millones de su deuda, primera condición para la reanudación de las entregas de gas ruso a Ucrania, interrumpidas en junio.

El total que debe ser liquidado es $3.100 millones, de aquí a finales de año. El gas ruso es por el momento imprescindible para que Ucrania soporte el largo invierno.

El líder insurgente prorruso Alexánder Zajárchenko, elegido el domingo presidente de la autoproclamada República Popular de Donetsk, en el este de Ucrania, con más de 75% de los votos, fue investido este martes.

La misma ceremonia tuvo lugar en Lugansk, otro bastión rebelde, donde el exmilitar de 50 años Igor Plotnitski, un nostálgico del pasado soviético, logró más de 63% de los votos el domingo.

Zajarchenko dijo que estaba dispuesto a reunirse con Poroshenko pero insistió en que Kiev negocie en pie de igualdad.

Poroshenko reveló que el ejército ucraniano se está equipando “con la última tecnología” en términos de capacidad “ofensiva, de reconocimiento y de sistemas de guía” de misiles.

Rusia por su parte “continúa apoyando” a los rebeldes “entrenándolos, suministrando equipamiento y con fuerzas especiales en el interior de Ucrania”, denunció este martes el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.