Policía estadounidense reporta cuatro muertos por disparos en la ciudad de Loisville

El hombre que protagonizó el tiroteo en un banco murió tras la intervención de la policía

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Una persona causó cuatro muertes y seis heridos este lunes al abrir fuego en Louisville, la principal ciudad de Kentucky, anunciaron las autoridades de este estado del centroeste de Estados Unidos.

“Confirmamos que hay un atacante en acción” en el centro de la ciudad, escribió en Twitter la policía, que dio cuenta de “varias víctimas”.

El hombre armado “solitario ha fallecido”, dijo la policía, tras indicar que había sido “neutralizado”.

“La población ya no está en peligro”, indicó.

“Esto es lo que sabemos hasta ahora: unas llamadas dieron cuenta de un atacante en acción en un banco del centro y “los agentes llegaron al lugar en unos minutos”, agrega en la red social.

Algunos supervivientes se refugiaron en la cámara acorazada, informó un reportero de CNN.

El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, anunció que acudirá al lugar de inmediato y el alcalde de la ciudad, Craig Greenberg, pidió a los habitantes que permanezcan alejados de la zona.

“Confirman una situación de tiroteo en el centro de Louisville con múltiples víctimas. Me dirijo allí ahora. Ore por todas las familias afectadas y por la ciudad de Louisville”, escribió Beshear.

Banco

Un testigo contó al canal local WHAS11 que vio a un hombre con un “rifle de asalto” disparando en un banco. Otra testigo, llamada Debbie, afirmó al canal local WDRB que vio a una víctima en el suelo frente a un hotel cuando se detuvo en un semáforo en rojo mientras conducía.

Entonces hubo disparos. “Me largué”, dijo. “Cuando me di la vuelta, vi que una de las ventanas del banco estaba rota”.

Había un gran despliegue policial, describe. “Venían de todas partes. Los policías salían de los coches con rifles de asalto”.

Un drama recurrente

El 27 de marzo, una persona abrió fuego en un colegio privado de educación primaria en Nashville, Tennessee (sur). Mató a tres niños de 9 años y a tres empleados antes de ser abatido a tiros por la policía.

Estados Unidos paga un precio muy alto por la diseminación armas de fuego en su territorio y la facilidad con la que los estadounidenses tienen acceso a ellas. El país tiene más armas individuales que habitantes: uno de cada tres adultos posee al menos un arma y casi uno de cada dos vive en una casa donde hay un arma.

Como consecuencia de esta proliferación, el país registra una altísima tasa de muerte por arma de fuego, sin comparación con la de otros Estados desarrollados.

Unas 49.000 personas murieron por heridas de bala en 2021, frente a las 45.000 de 2020, que ya fue un año récord. Esto representa más de 130 muertes por día, más de la mitad de las cuales son suicidios.