Los narcotraficantes ponen a Países Bajos en alerta

La “Mocro Maffia”, llamada así por el origen marroquí de muchos de sus miembros, es conocida por su despiadada violencia

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Ámsterdam. Asesinatos, temor por la seguridad de la princesa heredera o supuestos planes de fuga de prisión de un barón de la droga inquietan a Países Bajos, que enfrenta la violencia de los narcotraficantes.

Una serie de asesinatos relacionados con el juicio del barón de la droga, Ridouan Taghi, reveló la violencia de la llamada “Mocro Maffia”, que controla el comercio de cocaína en Europa a través de los puertos de Amberes y Róterdam.

El desmantelamiento en noviembre de un supercártel en Dubái vinculado a este criminal, que controlaba casi un tercio del tráfico de cocaína en Europa, en particular el que transita por los Países Bajos, puso de manifiesto el poder de los narcotraficantes.

Tras su detención en 2019 en Dubái, Ridouan Taghi está encarcelado en una prisión de alta seguridad en el sur de Holanda.

Taghi está acusado de mover los hilos de una organización descrita por los fiscales como una "máquina de matar" y sospechoso de haberse comunicado con el exterior.

Muchos afirman que el llamado juicio "Marengo", en el que Taghi está siendo juzgado junto a otras 16 personas, no tiene precedentes en Holanda.

Tres personas del entorno del testigo clave del caso, Nabil B, han sido asesinadas: su hermano en 2018, su abogado Derk Wiersum en 2019 y un destacado periodista, Peter R. de Vries, en 2021.

La violencia “causó una gran conmoción y demostró realmente las graves consecuencias del narcotráfico” en el país, declaró Jan Meeus, periodista holandés especializado en crímenes.

“Violencia extrema”

Peter R. de Vries, asesinado a tiros en el centro de Ámsterdam tras salir de un estudio de televisión, había afirmado estar en la lista negra de Taghi.

El "Bunker", el tribunal de Ámsterdam donde se juzga al criminal, está bajo vigilancia militar durante las vistas, algo nunca visto.

Fiscales y jueces viajan hasta allí en coches blindados.

Según Meeus, se han revelado planes de fuga del criminal, acompañados de "violencia extrema".

“El Estado de Derecho democrático está sometido a la presión de la delincuencia organizada”, dijo Wim de Bruin, portavoz de la fiscalía nacional.

La princesa heredera de Holanda, Amalia, se ha visto obligada recientemente a abandonar su vida normal de estudiante.

Según los medios neerlandeses, ella y el primer ministro Mark Rutte habían sido mencionados en comunicaciones de la delincuencia organizada, lo que hacía temer planes de secuestro o atentado.

“Perros”

La "Mocro Maffia", llamada así por el origen marroquí de muchos de sus miembros, es conocida por su despiadada violencia.

Los fiscales subrayan que los miembros de la organización dirigida por Taghi, a menudo muy jóvenes, no tienen "ningún respeto por la vida humana", y califican a las víctimas de "perros" que deben "dormir".

El principal sindicato policial del país, NPB, llevaba varios años dando la voz de alarma, advirtiendo de que el país corría el riesgo de convertirse en un narcoestado.

Su presidente, Jan Struijs, declaró que la política indulgente de los Países Bajos con las drogas blandas constituía un grave problema.

El consumo y la venta de cannabis se han despenalizado, pero el resto de la cadena de suministro de los famosos 'coffee shops' holandeses sigue siendo ilegal.

Mientras las autoridades hacían la vista gorda, los traficantes creaban grandes estructuras, dijo Struijs.

Marijn Schrijver, coautor del best-seller "Mocro Maffia", tiene otra explicación.

“Lo que somos es un paraíso fiscal. Queremos importar todo lo posible a los puertos para transportarlo de vuelta, y eso hace de Holanda el lugar ideal desde el punto de vista logístico”, declaró Schrijver.